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Channel: Anatomía Artística – en son de luz
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Anatomía artística

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Como no quiero dar la impresión que he venido a Roma sólo para pasearme y escribir crónicas de diletante hoy quiero decir algo sobre una de las asignaturas más sólidas de la Accademia di Belle Arti de Roma: la Anatomía Artística. Digamos que para demostrar que, después de todo, también estoy estudiando.

El primero que hizo arte despellejando o, eufemisticamente, decorticando cadáveres fue Andreas Vesalius (De humani corporis fabrica, 1543), nacido en Bruselas en 1514 y muerto en Grecia con sólo cincuenta años de edad. Primero fueron las cátedras de anatomía médica y los “circos” anatómicos, como el de Padua, donde enseñó Vesalius, y que aún se conserva. Luego vinieron las cátedras modernas de anatomía artística en las primeras academias de bellas artes.

En las facultades españolas queda aún algún curso de un año en materia de anatomía artística, morfología general y anatomía aplicada (por ejemplo en Sevilla) o como asignatura optativa en los departamentos de Dibujo. No mucho en realidad. Aquí es una materia de base en los departamentos de Pintura, Escultura, Decoración y Gráfica de Arte (hasta dos cursos en trienio y uno en bienio) y es optativa en la rama de Escenografía. Está integrada en cinco de las nueve especialidades de la Academia, que se agrupan en tres departamentos: Artes visivas, Proyectación y artes aplicadas, Comunicación y didáctica del arte.

http://www.accademiabelleartiroma.it/didattica/offerta-formativa-20112012.aspx

La Academia cuenta este año con 16 docentes de Anatomía Artística de un total de 116 profesores que forman su claustro. Para que se asigne un docente a una materia debe darse un mínimo de diez alumnos inscritos para su curso, siguiendo una especie de mercado interno de la oferta y la demanda que se desarrolla durante las primeras dos semanas de cada año escolar.

Mi encuentro con la cabra de la legión (romana) en los museos vaticanos

Los que venimos aquí para un solo año y queremos seguir el curso de anatomía artística, podemos elegir hacerlo con un docente que lo comprima en un año o hacerse los dos o tres cursos en un año. Resulta un poco estajanovista, pero no quería dejar escapar la ocasión de ir a los cursos del profesor Marco Bussagli, titular de la cátedra y autor de numerosas obras sobre la materia; cursos que, además de doctos, son muy entretenidos. Las clases en segundo año versan sobre el sotto pelle (“bajo la piel”), es decir lo que se refiere a la anatomía muscular y tendinosa en la historia del arte, que imparte con la asistencia de la profesora Cinzia Nardini. Los trabajos prácticos se desarrollan en parte en la Gipsoteca de la Universidad de La Sapienza.

El curso de tercer año nos dan la oportunidad de ir al Museo Pio Clementino (parte de los Museos vaticanos) a trabajar en un proyecto dedicado a la anatomía de los animales de granja, todos los que Orwell describe en su Animal Farm, del cual resultarán dibujos académicos y caricaturas fisionómico-políticas.  Es en tal contexto donde me he encontrado ante la cabra de la legión (romana).

Resumiendo

En Italia, las academias de bellas artes, siguen ofreciendo la posibilidad de un estudio sistemático del lugar de nuestra estructura ósea dentro de la representación artística, en definitiva el conocimiento y representación del esqueleto, de los músculos y tendones, así como de otras morfologías anatómicas, las de los animales.

El estudio teórico y los ejercicios prácticos de dibujo se enmarcan en la comprensión de la anatomía artística dentro de la historia y del arte y en el trabajo de numerosos creadores plásticos y gráficos. Garantizo que es útil, instructivo y, sin dejar de ser laborioso, es bastante divertido.

En el caso de mi grupo de segundo (músculos y tendones) dibujamos y decorticamos alguna de las esculturas clásicas del museo calcográfico de la Universidad de la Sapienza. En el grupo de tercero nos damos algunas sentadas dibujando las estatuas grecorromanas de animales que conserva en mármol la colección papal del Museo Pio Clementino.

De humana physiognomonia, 1586 y 1601

El proyecto se basa, entre otras cosas, en el estudio del tratado De humana physiognomonia de Gianbattista della Porta y en la fábula de Orwell, Rebelión en la granja, sobre los totalitarismos en general y sobre el estalinismo en particular. Ambos autores se inscriben en una larguísima tradición de analogías entre las fisionomía humana y la de los animales. Por el momento he dejado tranquila a la cabra y estoy dibujando la oveja de la colección vaticana que refleja mejor la tragedia del estalinismo en la sátira de Orwell y que armoniza con la tradición pastoral católica.

Para acabar con algo que a los estudiantes de bellas artes nos hacen dibujar hasta la saciedad, con razón encandiló ya a Miguel Angel, termino con el famoso Torso del Belvedere, que nos recibe con un abrazo sin brazos al entrar en los Museos Vaticanos. A mí me hace pensar en “Johnny cogio su fusil”,  la película de Dalton Trumbo, aunque en ese caso el protagonista aún conservaba la cabeza.

Es un viejo amigo que ya tuve que dibujar en primer año en la Facultad de Bellas Artes de Altea, eso sí, a partir de su reproducción calcográfica.



Anatomía artística. En la Gipsoteca

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Campus de La Sapienza

La Gipsoteca

El museo calcográfico de esculturas de la Antigüedad griega y romana en la Universidad de La Sapienza de Roma es uno de los más completos del mundo. Acoge centenares de copias fieles, en escala real, en yeso, de ahí el nombre de Gipsoteca. Se accede desde uno de los dos grandes patios centrales.

Es además un acogedor lugar de estudio y de reunión, dotado con varias salas de lectura, donde los universitarios pueden preparar sus exámenes protegidos por gigantes mitológicos, y de instalaciones para seminarios y encuentros.

Embrujo surreal


Puestos a imaginar lugares en donde las estatuas parece que fueran a cobrar vida, yo diría que este es uno. Supongamos que nos quedamos encerrados una noche en este museo de yeso y que, a la manera de los juguetes de Toy Story, los gestos interrumpidos de estos seres recobrasen su curso, que bajasen de sus pedestales y continuasen con sus acciones.

Que el Hércules Farnesio se sacudiese su corona de halógenos y liderase una sesión de culturismo junto con los variados guerreros de los corredores y salas del museo

Que el despellejado Marsias se liberase del palo donde fue torturado por haber desafiado a Apolo y se aventurase, cicatrizadas sus heridas, en busca de otros faunos, para animar con su recuperada flauta la invitación a la danza que un congénere suyo protagoniza ante una dubitativa y sonriente doncella.

Que el gladiador Borghese recuperase su espada y su escudo y se precipitase a la búsqueda de su invisible adversario.

Que los Tiranicidas y el Arquero griego emprendiesen la batalla contra algún déspota

El Discóbolo de Mirón podría destruir no pocos vidrios de las ventanas de la Gipsoteca

Y desde luego sería hermoso ver el despertar de Ariadna y contemplarla, recuperada de su sopor y ensayando sus primeros pasos ondulantes

Irene sacaría a paseo al pequeño Plutón


Y  las Afroditas se pondrían a buscar sus brazos.

El estudiante de anatomía artística en la Gipsoteca

Por el momento dejaremos este guión cinematográfico para explicar brevemente lo que hace un alumno de anatomía artística en este lugar, siguiendo las tareas del curso del profesor Marco Bussagli y la profesora Cinzia Nardini

Después de sesuda reflexión (hay estatuas que están en corrientes y otras que, en cambio tienen cerca un radiador)…

el alumno elige dos de las estatuas, en mi caso el Gladiador Borghese (siglo II o I a.C., original en el Louvre)


Y la dama de Invitación a la danza (siglo II a.C.)

Los dibuja desde dos perspectivas distintas en una lámina de 50×70 cm.

Por el momento estoy en la fase de dibujar el frente de las dos figuras

Luego habrá que dibuja una parte del cuerpo de las cuatro imágenes,  pero decorticada,  mostrando los músculos del sotto pelle. Cuando llegue a esta fase os la mostraré, un dibujo de decorticado es algo parecido a esto:

En el examen se presentan las ocho láminas y los bocetos preparatorios y se ha de demostrar el conocimiento de la denominación y posición de los músculos en cuestión.

Llegados a este punto creo que estaremos preparados para dar un experto masaje a todos esos personajes de leyenda en el caso de que revivan y necesiten desentumecerse. No obstante procuraré que el guarda del museo no me olvide dentro cuando antes del cierre a las 19:30 horas esté recogiendo mi caballete y mis trebejos de dibujo. Sin calefacción y en medio de tantos fantasmas puede ser una estancia nociva para la salud.

Universidad de La Sapienza, patio de la Minerva


Anatomía artística: últimos ejercicios académicos en Roma (I)

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Anatomía animal

¿Qué mejor forma de encabezar el blog que con la leona dibujada por Rubens (British Museum)? Probablemente se basó en una escultura de bronce que le sirvió de modelo en Padua,  o de su propio cuadro Daniel en el foso de los leones. Esto opina Julius B.Held en su libro Selected Drawings (de Rubens), publicado por Phaidon Press en 1959.

¡Quién pudiera llegar a la maestría del gran artista flamenco en sus dibujos de animales! Pero, por el momento, la experiencia de las clases de anatomía animal y de dibujo en el museo Pío Clementino del Vaticano ha sido un verdadero privilegio.

En las entradas a este blog del 1 de enero y del 7 de marzo ya contaba y mostraba algo al respecto. Hoy comparto algunos dibujos de mi fin del curso de los profesores Marco Bussagli y   Cinzia Nardini en la Accademia di Belle Arti de Roma.

La ternera en mármol gris-morado, de época romana, copia parece de la famosa vaca en bronce de Mirón, que se exhibe en el Pío Clementino me sirvió de modelo. Este es uno de los resultados.

De nuevo, me quedo bastante lejos de la destreza de Rubens en su dibujo de un toro, que pertenece a la colección de la Albertina de Viena.

En otros ejercicios académicos de anatomía animal se trataba de dibujar el esqueleto y el sistema muscular de al menos cuatro animales.  Por ejemplo el sistema óseo de un cerdo…

y sus músculos.

El perro

El caballo…

y su estatua en el Pío Clementino, desarrollo escultórico del siglo XVIII (¿Francesco Antonio Franzoni ?) a partir de un torso equino de época romana

Finalmente, la musculatura que hace tan ágil al gato



Anatomía artística: últimos ejercicios académicos en Roma (II)

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Anatomía humana

A comienzo del curso de Anatomía Artística con los profesores Marco Bussagli y Cinzia Nardini trabajábamos con los modelos en yeso del hombre decorticado de las aulas de la Academia de Roma, ya un poco vetustos.

Con resultados varios, más bien sanguinolentos

Más tarde se nos dio la oportunidad de trabajar en la Gipsoteca de la Universidad de la Sapienza, como ya explicaba en mi entrada del  17 de febrero

La espalda de la figura femenina de Invitación a la danza fue mi último dibujo en ese recinto encantado

Esta es mi foto del modelo, copia romana de una escultura griega del siglo II a. C.

Este es el grupo de los dos protagonistas, el fauno que chasquea los dedos y se mueve al ritmo de la música, y la chica que sonríe con cierto embarazo y se ¿se descalza o se calza? para salir a la pista.

Su rostro es elocuente


Anatomía animal y restauración escultórica: noticias del borrego que perdió la cabeza.

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Dedico esta entrada a los profesores Marco Bussagli, Carlo Gasparri y Cinzia Nardini, así como a la Sra. Maria Serlupi de los Museos Vaticanos, sin los cuales esta investigación no hubiera sido posible.

El 7 de marzo del año pasado explicaba yo algunos elementos de la historia de la escultura del Vervex Aethiopicus de la Sala de los Animales del Museo Pío Clementino del Vaticano, que estaba dibujando como parte de mis estudios de anatomía artística con los profesores Marco Bussagli y Cinzia Nardini en la Accademia di Belle Arti de Roma

http://ensondeluz.com/2011/03/07/dibujame-un-borrego%E2%80%A6-anatomia-animal-en-el-vaticano/

Hoy puedo explicar el resultado de mis pesquisas.

El catálogo del Museo Pio Clementino y el supuesto enciclopedismo pontificio

El “Vervex Aethiopicus” aparece descrito por Giandomenico Spinola en los catálogos del museo, del que es conservador, como una obra adquirida bajo el papado de Pio VI (1775-1799)

Se trata de un borrego de Etiopía (ovis steatopygia), un bovino que vive en las mesetas de aquella región de Africa Oriental

A pesar de que la escultura se compone de elementos diversos, su elaboración es uniforme y nada parece poderla adscribir a la edad romana. La inscripción (que especifica la raza ovina) se refiere a la tabla 58 del libro del naturalista polaco de origen escocés John Johnston (1603-1675)…

Efectivamente la hermosa escultura –datable entre la segunda mitad del 600 e inicios del 700- ha tomado escrupulosamente como modelo la tabla de Johnston, hasta en los menores detalles, incluyendo después diligentemente la “bibliografía”: se certifica así claramente el culto deseo de crear, con animales conocidos o menos, un museo zoológico marmóreo

También se habla de los cultos deseos pontificios en la introducción a la Sala de los Animales, inscrita en el cartel que los visitantes encuentran al llegar:

La particularisima colección de esculturas, que une a su valor artístico el naturalista, quería manifestar la sensibilidad del Estado Pontificio ante las nuevas instancias culturales, maduradas con el Iluminismo y vinculadas a la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert (1751-1772)

Nos están diciendo que Clemente XIV, que fue papa entre 1769 y 1774 y creó el museo Pio Clementino, tenía una gran sensibilidad iluminista y enciclopedista; lo que no casa muy bien con la realidad histórica, pues aquel papa demostró su “sensibilidad” hacia  las corrientes de la Ilustración excomulgando a D’Alembert, Diderot, J.J.Rousseau, Helvetius, Marmontel, Voltaire y D’Holbach.

De hecho la Enciclopedia fue perseguida por la Iglesia Católica desde sus principios y había sido ya condenada por el anterior pontífice Clemente XIII.

En realidad, sería más correcto que el museo no adornase a los pontífices con plumas ajenas. Además, la tradición naturalista italiana es más antigua que la de los enciclopedistas franceses, pues data de la Italia de los siglos XVI y XVII. En la corte de Francisco I Medici en Florencia se producían ya magníficas láminas de fauna y flora para ilustrar los textos de botánica y zoología, en particular los de Ulises Aldrovandi. En estos menesteres destacó entre otros el pintor Jacopo Ligozzi (1547-1626) que reproducía escrupulosamente a la acuarela plantas, flores, pájaros, peces, reptiles y crustáceos. Sus obras se conservan en gran parte en Florencia, en los Uffizi.

A la búsqueda del origen de la escultura del borrego

En respuesta a mi consulta por correo electrónico en febrero del 2011, el conservador de la Sala de los Animales corroboraba su ficha del catálogo y añadía que en torno a 1795 parece que Franzoni, escultor y restaurador romano, le puso una nueva cabeza al cuerpo del borrego que, procedente de la Villa Medici de Roma, había sido adquirido por el museo.

Pero entonces ¿adónde fue a parar la cabeza original?

Tirando de otros hilos me encontré con una versión completamente opuesta a la del conservador del museo.

No era la ilustración de John Johnston o Johnstonus la que había inspirado la escultura de este borrego, sino todo lo contrario: la escultura era antigua.  En realidad, Ulises Aldrovandi hacia 1621, Antonio Tempesta antes de 1630 y Johannes Jonstonus antes de 1650 la habían tomado como modelo cuando aún poseía su cabeza original de un mármol azul casi negro, color “bigio morato”.

Un texto raro, publicado en 1792 por un estudioso al servicio de la corte florentina de los Medici, el erudito Adamo Fabbroni, me puso sobre la pista. Este investigador afirmaba haber encontrado en la llamada por entonces “Reale Galleria d’Antichità e Belle Arti” de Florencia (semilla de la actual Galleria de los Ufizzi)  la cabeza “negruzca” del Vervex sin ninguna indicación de autor.

Fabbroni había mostrado la cabeza de Florencia a un filósofo de nombre Thomson  y al pintor Jacopo More, quienes habían observado en Roma la escultura del borrego en cuestión. Le confirmaban que la escultura “colocada recientemente en el Museo Pio Clementino” tenía el cuerpo antiguo, pero que la cabeza era nueva, “copiada por un restaurador probablementede de la figura de Ionston”. Concluían que la cabeza antigua era, por medidas y características, la que Fabbroni había encontrado en Florencia.

Luego Fabbroni insiste en el origen muy antiguo de la obra y explica con abundantes ejemplos que esa raza de borregos, de cuerpo blanco y cabeza negra, era venerada en varias culturas de la Antigüedad.

Mi búsqueda de los grabados de los tres ilustradores que habían copiado esa escultura cuando aún no había sido privada de su cabeza original, me condujo en la Biblioteca Vaticana y Alejandrina (Universidad de La Sapienza) a las ilustraciones de Aldrovandi (edición de 1621) y en la misma Vaticana a las de Jonstonus (edición de 1657). En la librería anticuaria Ex Libris de Roma hallé una lámina de Antonio Tempesta (edición de 1650) ilustrando el mismo motivo (por ese orden aparecen sobre estos párrafos)

Cuando Aldrovandi copió la escultura, esta tenía las orejas incólumes (o al menos las reconstruyó con su forma ovina tradicional), no así cuando los otros dos grafistas que le sucedieron en el tiempo la reprodujeron. Por entonces la escultura del borrego, que con Francisco de Medici estuvoenla Loggia de la Villa Medici, había sido colocada al aire libre en sus jardines y acabó con las orejas rotas. El Tempesta y Jonstonus las dibujaron con esa extraña forma tubular que después copiaría el restaurador del siglo XVIII para la versión que se exhibe en el museo Pío Clementino.

Fijación de la edad de la escultura

La lectura del texto de Fabbroni me animó a seguir mis pesquisas en los archivos de la Villa Medici (hoy Academia de Francia en Roma), donde la Sra. Alessandra Gariazzo me prestó una ayuda inestimable, facilitándome las publicaciones y la dirección del Profesor Carlo Gasparri de la Universidad de Nápoles, quien con el Profesor Alessandro Cecchi,  había seguido la pista e inventariado la colección de pinturas y esculturas  del cardenal Ferdinando I Medici,  que fueron enviadas en 1788 a Florencia, según documentan estos autores en el volumen 4 de la obra “La Villa Medici” bajo la dirección de André Chastel.

En la ficha 126 (1048) de las páginas consagradas a la Loggia de Villa Medici, el Profesor Gasparri describe la escultura del “montone di Barberia”, más tarde “ariete”, y explica como desde 1740 ya sólo se cataloga la famosa cabeza oscura, que viajó a Florencia, privada del cuerpo que se quedó en Roma. En 1999  el mismo profesor ya había escrito que la escultura era romana, de la misma época que las esculturas de carácter zoológico de la Villa del emperador Adriano en Tivoli.

Las imágenes de la  cabeza original perdida

Estas son las imágenes.

En primer lugar de la cabeza del “Vervex Aethiopicus” u “Ovis Steatopygia” (dicho de forma poco elegante la “oveja de culo graso”), que, lejos de su cuerpo,está hoy en los almacenes de la Galleria de los Uffizi en Florencia, y de las cabezas de los tres ilustradores encontrados.

La cabeza del grabado del Vervex Aethiopicus que Ulisses Aldrovandi debió producir antes de 1620

La dibujada por Antonio Tempesta, antes al menos de su muerte en 1630

Y, finalmente la de Johannes Jonstonus, antes de 1650.

La raza de “Ovis Aethiopica”hoy en día

El conservador del Museo Pio Clementino comentó mi búsqueda de información sobre la escultura del Vervex Aethiopicus, diciendo que si yo tenía tiempo podía irme de viaje a las mesetas de Etiopía a verificar si el borrego en cuestión sigue existiendo, pues él no tenía tiempo de hacerlo (sic).

Tal viaje no ha sido necesario pues la Sra. Alessandra Gariazzo, durante la amable entrevista que me concedió en su despacho de la Academia de Francia en la Villa Medici, localizó a los probables descendientes del borrego vaticano en su versión antigua, con su cabeza oscura sobre un cuerpo claro, del que afirma Jonstonus en su tratado que no tienen lana sino más bien una “pilosidad hirsuta parecida a la del camello como refieren Diodoro Sículo, Aelianus, Estrabón y Johannes Boemus

Mirad pues lo que se dice de la oveja “Blackhead Persian” en una excelente sitio italiano de Instrucción agraria (http://www.agraria.org/ovini/blackhead-persian.htm).

La foto es de John McCullough de Cambridge, United Kingdom.

Origen: Somalia. Utilidad: carne.

Existen algunas razas carentes de lana y cubiertas de pelo, difundidas principalmente en las regiones tropicales y criadas sobre todo por la calidad de su carne. Entre las razas de este tipo está la Barbado de vientre negro, la Blackhead Persian y la Pelibuey. La raza Blackhead Persian es originaria de las regiones áridas del África oriental que hoy pertenecen a Somalia. Se encuentra actualmente en Sudáfrica, Brasil (donde se la denomina Somalis Brasileira, Brazilian Somali o Somali Blackhead) y en el área caribeña.

…/…

Presenta un cuerpo blanco y la cabeza y el cuello negro, en una neta distinción. Patas cortas y conformación compacta

Comparadla con el Vervex del Museo Pio Clementino.

Si le restituimos su cabeza oscura original nos encontraremos ante un ejemplar de larguísima transmisión genética.

CONCLUSIÓN

Estas cosas ya las sabían y las habían publicado algunos profesores de historia del arte, como el profesor Carlo Gasparri.

Mi aportación es bastante modesta y se reduce a tres puntos:

- el hallazgo del artículo de Adamo Fabbroni que demuestra que ya a fines del siglo XVIII se conocía el origen antiguo de la escultura del Vervex Aethiopicus y la ubicación de la cabeza original, que fue sustituida por otra esculpida por un restaurador inspirándose en los grabados de naturalistas del siglo XVII que habían conocido la escultura en su estado original;

- la existencia de un grabado de Antonio Tempesta representando en su estado original al Vervex Aethiopicus (aunque dando una forma tubular a sus orejas rotas), grabado posterior al de Aldrovandi y anterior al de Jonstonus;

- la necesidad de revisar la información general que se ofrece al visitante de la Sala de los Animales para ajustarla a la verdad histórica, así como de introducir la modificaciones pertinentes en la ficha del Vervex Aethiopicus en el catálogo del Museo Pío Clementino, cuando se ponga al día el que publicó la Editorial Erma di Bretschneider en 1996, hoy agotado.

ADDENDA

Otras imágenes y esculturas de la fauna representada en los grabados del siglo XVII y en el Museo Pío Clementino

Rinocerontes de Aldrovandi y Jonstonus, copias del rinoceronte que Durero dibujó y grabó más de un siglo antes

Cabras de Aldrovandi

  

y cabras del Museo Pío Clementino

 

 

BIBLIOGRAFIA

[ALDROVANDI 1621] Aldrovandi, Ulisse (1522-1605?), Quadrupedum omnium bisculorum historia Io. Cornelius Uterverius colligere incaepit … Hieronymus Tamburini in lucem edidit … Bononiae, apud Sebastianum Bonhomium, 1621, 1040 p. tav. Color. 36 cm.

[FABBRONI 1792] Adamo Fabbroni, Dell’ariete gutturato, ossia di una singularissima Testa di Quadrupede che si conserva sculta in marmo nero nella Reale Galleria d’Antichità e Belle Arti di Firenze. Idee di Adamo Fabbroni, alla Imperiale Accademia dei Curiosi della Natura, Firenze, per Gaetano Cambiagi, Stamperia Granducale, 1792. Esemplare alla Bayerische Staatsbibliothek München

[GASPARRI 1999] Carlo Gasparri, Villa Medici, il sogno d’un cardinale.Collezioni e artista di Ferdinando di Medici, Roma, a cura di Michel Hochmann, Accademia di Francia, Edizioni di Luca, 1999, Scheda ed illustrazione nº 30 “Testa di pecora in marmo bigio”  da  Carlo Gasparri.

[GASPARRI 2009] Alessandro Cechi e Carlo Gasparri,La Villa Médicis, sotto la direzione di André Chastel, Vol.4, Le collezioni del cardinale Ferdinando. I dipinti e le sculture, Accadémie de France à Rome, Roma 2009, Scheda 125 (1048), pag.126 (Loggia)

[JONSTONUS 1650] Jonstonus, Iohannes (1603-1675), Historiae natvralis de quadrupetibvs [!]libri cum aeneis figuris Johannes Jonstonvs med: doctor concinnavit. Francofvrti ad Moenum, impensis haeredum Math. Meriani, 1650. 231, [5] p. lxxx tav. 34 cm. Front. inc. firmato: M. Merian Junior inventor. Frontoni; iniziali.

[JONSTONUS 1657] Jonstonus, Iohannes (1603-1675), Historiae naturalis de quadrupetibvs [!] libri cum aeneis figuris, Johannes Jonstonus… concinnavit,Amstelodami, apud Ioannem Iacobi fil. Schipper, 1657, 2 v. tav. 39cm

[SPINOLA 1996] Spinola, Giandomenico. Il Museo Pio Clementino, vol.1, Ed. Erma di Bretschneider, 1996 pp. 181-182

[TEMPESTA 1650] Tempesta, Antonio (1555-1630), Nova raccolta de li Animali piu curiosi del Mondo disegnati et intagliati da Antonio Tempesta e dati in luce per Gio Giacomo Rossi in Roma alla Pace cum Privil S.P. 1650

……………………………………………………………………………………………………………

El texto de esta entrada es un resumen de mi trabajo inédito:

Ramón Puig de la Bellacasa, Ricerca sulle fonti concernenti la scultura Vervex Aethiopicus della Sala degli Animali del Museo Pio Clementino, Giugno 2011, Saggio documentale per il corso di Anatomia Artistica III, dei professori M.Bussagli e C.Nardini alla Accademia di Belle Arti di Roma, 2010-2011



Del cerdo y de las manzanas

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El 7 del presente mes este blog ha cumplido dos años.

El primer artículo lo pensé en el mar navegando hacia Italia. De modo que sigo viendo todo esto como un barco de papel de aquellos que  formábamos con un trozo de periódico para echarlos a navegar por un arroyo. Hacíamos lo mismo con ramillas secas. Las veíamos alejarse hasta perderse de vista en un recodo del torrente, entre los pinos de la sierra de Guadarrama  o por los prados que bordean el Riopeces, cuyas aguas modestas brotan de las laderas de la Mujer Muerta, en la provincia de Segovia.

Elogio de los blogs

Ahora ya no lanzamos navíos de papel o palitos al agua, hoy le damos al teclado y nuestras ocurrencias salen a velocidades increíbles al encuentro de familiares y amigos, o de cientos de lectores desconocidos repartidos por toda la tierra.

Algunos se harán eco de nuestras divagaciones y nos mandarán un comentario, a otros los imaginaremos silenciosos en una ciudad de México o de Uruguay, en algún bosque de Galicia o en un piso de Toscana, por no decir de alguno que se asoma, malabarismos de Google, desde Nueva Zelanda o Aruba, pues hoy se lee el castellano en los cuatro puntos cardinales.

A día de hoy, las estadísticas de los dos años de este blog dicen que han sido más de 57.000 las lecturas; más del 60 % en España y en América Latina; otro  30  % en Europa y Norteamérica y un 10   %  del resto del mundo, hasta completar 89 países. Parece que, a poco que se persevere, con un blog se empieza a poquitos y se puede acabar con más lectores que un best-seller. Pero detengamos aquí el elogio de los blogs, pues veo que empiezo a ponerme hiperbólico.

Mejor será que me aplique una cura de humildad. ¿Qué es lo que más “pinchan” los que se asoman a las muchas imágenes que he publicado en mi blog? ¿Mis fotos paisajístico-poéticas? ¿Mis hallazgos de la fisionomía clásica en los museos italianos? ¿Las fotos de mis cultos paseos? ¿Los cisnes, los barcos, las montañas, el mar, las gentes, los cuadros, los castillos, las naves góticas de Francia, las flores de los campos suecos, los arrozales de Valencia? ¿Mis pinturas? Aparte de la página de apertura y cada vez que lanzo una nueva entrada ¿cuál es la imagen de este blog la más buscada?

El palmarés

De todos lo artículos de este blog y de una entrada sobre anatomía artística (mis últimos ejercicios académicos en Roma) que se abría con un magnífico dibujo de Rubens, no es el genial pintor de Amberes quien se lleva la palma, no. Es mi dibujo, laborioso y concienzudo sí, pero sin pretensiones, del esqueleto de un cerdo lo que se ha convertido en la foto más popular de este blog.

http://ensondeluz.com/2011/08/09/anatomia-ultimos-ejercicios-academicos-en-roma/

Se trata de un ejercicio académico para el curso de anatomía animal de los profesores Marco Bussagli y Cinzia Nardini en la Accademia di Belle Arti de  Roma, a partir de unas fotocopias de láminas que nos distribuía esta última para preparar los trabajos del examen final.


He de rendirme a la evidencia, ninguna de mis aspiraciones expresivas más queridas ha alcanzado el interés despertado por mi modesto dibujo de un marrano sin chuletas. Mi cerdo en los huesos se ha situado en la primera línea de las fotos de esqueletos de cerdo en Google. Si no os lo creéis, haced la prueba, escribid en la búsqueda “esqueleto de cerdo”.

No tengo una explicación. ¿Son miles los estudiantes de anatomía animal a quienes sus profesores les mandan dibujar los huesos del cerdo? ¿El amor al jamón está llevando a la humanidad a una especie de culto al cerdo? No lo sé. Pero, en este aniversario he decidido presentar una serie de fotografías en homenaje al gorrino, al marrano, al chancho, al puerco.

 

Elogio del cerdo

 Aunque los haya que viven frente a un mar azul, dicen los refranes que…

“el cerdo no quiere rosas sino aguas cenagosas”

y que  “a cada cerdo le llega su sanmartín” o “por Nadal, el cerdo en sal”.

Incluso el jamón y las mortadelas de un humilde cerdo acabaron inmortalizados en la Galería Corsini de Roma.

Elogio de la manzana

Ya que estamos metidos en asuntos de nutrición, para equilibrar nuestra dosis de colesterol acabaré este artículo con el fruto de la temporada, que llena en estos días los anaqueles de los supermercados de Gotemburgo. Hasta doce clases conté el otro día en un solo establecimiento.

Digamos que si hay cientos de especies de rosas, con las manzanas pasa lo mismo ¡Y cómo lucen las manzanas locales entre las otras importadas! ¡Cómo destacan por su aroma intacto!

De Suecia

 

De Italia, Bélgica, Francia y Holanda


¡Menos mal que el severo Dios del Paraíso prohibió comer tan solo de un manzano! Pues recordemos que, en funciones de Yahveh o de Alá, vetó el consumo no de un solo cerdo, o de los de aquella época,  sino de cualquier cerdo presente o futuro.

¡Imaginad que hubiese prohibido comer de cualquier manzano!

Así que aprovechemos de la bondad divina. Las manzanas de temporada no vienen de cámara frigorífica. Como dice el refranero, “no hay cosa más sana que comer en ayunas una manzana”. Además, “una manzana cada día, de médico te ahorraría” (y de listas de espera, claro).

Por otro lado, más manzana y menos tocino, junto con ejercicio físico (dicen que hay que caminar una media de 7000 pasos diarios), previene los michelines y facilita el ejercicio mental. Por mucho que, como un señor de Denia que conozco, algunos se desayunen todos los días con jamón.

Coda

Decía Quevedo en un pasaje de “El diablo cojuelo” que la prohibición de comer cerdo se deriva de la prohibición de beber vino, ya que, según argumenta, sería imposible digerir los torreznos sin un poco de vino tinto. Parece que aquel agudo ingenio era bastante chinche, quisquilloso y un punto intolerante, por lo que viene al caso el consejo de un refrán castellano, dirigido a quienes se indisponen fácilmente con el prójimo. Dice este dicho popular que la mejor forma de prevenir la ira es aplazar nuestras diferencias comiendo y bebiendo juntos, pues “comeréis puerco y mudaréis de acuerdo”. Y San Ignacio de Loyola decía que los asuntos importantes se habían de tratar después de comer y no en ayunas.

Como otro refrán castellano dice que “del puerco hasta el rabo es bueno”, nosotros llegamos al rabo de este artículo con una conclusión. Si, como explicaba el refrán, el humilde chancho no sólo es pacífico y contentadizo (pues la granja de Orwell es humana y los finolis cerdos de bellota son una excepción), sino que, sacrificándose en nuestra mesa, ejerce de pacificador, puede que eso explique por qué un dibujo de sus huesos y de sus músculos tiene éxito en la web y el que los romanos venerasen a la scrofa. 

 

 


De Jacob Jordaens en Bruselas al aula de dibujo de Altea y a los museos de Argelia. ¿Dónde se halla la Afrodita de Cherchell?

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Bruselas.Museo de Bellas Artes. Vaciado del torso de  Cherchell Venus capitolina Foto R.Puig.

Bruselas.Museo Real de Bellas Artes. Vaciado del torso de Cherchell, copia de la Venus capitolina Foto R.Puig.

Es sabido que los pintores del barroco eran aficionados a crear sus gipsotecas particulares con vaciados en escayola de esculturas griegas y romanas. Es el caso de Jacob Jordaens (Amberes 1593 – 1678), como lo es también de Velázquez (Sevilla 1599- Madrid 1660). Una parte de los vaciados que se trajo este último de Italia se pueden ver, previo aviso, en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, que cuenta también con un taller de vaciados y reproducciones artísticas, aunque otros andan aún desperdigados y en vías de volver a la colección de la Academia.

(http://www.realacademiabellasartessanfernando.com/es/taller-de-vaciados)

Los modelos que inspiraron a Jordaens se pueden descubrir, eso sí transfigurados por su impronta genial, recorriendo la magnífica exposición Jordaens et l’Antiquité que recientemente tuve el gran placer de visitar en el Museo de Bellas Artes de Bélgica.

Alegoria de la fecundidad.Jordaens.Museo Ral de Bellas Artes  de Bélgica

Alegoria de la fecundidad.Jordaens.Museo Real de Bellas Artes de Bélgica

Por ejemplo, en su Alegoría de la fecundidad hay una Venus vista de espaldas, que domina completamente el cuadro, de la cual hay innumerables versiones por los museos más importantes de Europa, ya sea la de Cnido de Praxiteles en el Vaticano, la Medicis en Florencia, la del Louvre, la de Capua, la de Copenhague…

Venus Capitolina. Roma. Foto R.Puig

Venus Capitolina. Roma. Foto R.Puig

Parece ser que el pintor disponía de un vaciado en escayola de alguna de las versiones de la Venus de Cnido de Praxiteles, probablemente la Venus Capitolina, que algunos historiadores del arte atribuían hace años a Lisipo. En cualquier caso, las versiones de esta famosa Venus han llegado a nosotros en sus copias romanas

Hay un vaciado de la misma sin brazos en la Gipsoteca de la Universidad de La Sapienza en Roma.

Venus Capitolina. Vaciado en escayola. Gipsoteca de Roma. Foto R.Puig

Venus Capitolina. Vaciado en escayola sin brazos. Gipsoteca de Roma. Foto R.Puig

De algunas de ellas, a juzgar por el vaciado de Bruselas, sólo quedó el torso. Uno de estos torsos de Venus se exhibe a la entrada de la exposición en una copia en escayola, de las que de forma impecable realiza y vende el taller de vaciado del Museo Real de Arte e Historia de Bélgica

(http://www.plastercastcollection.org/en/database.php?d=lire&id=5)

Es la que encabeza este artículo del blog, es decir la que me llevó a rastrear su existencia en algún museo de Argelia.

Museo de Cherchell.Argelia

Museo de Cherchell.Argelia

La llamada Afrodita de Cherchell

¿Dónde está pues el original romano?

La cartela del Museo de Bellas Artes de Bruselas nos informa de que este torso es copia de  una escultura  llamada La afrodita de Cherchell y añade que a este vaciado, tan utilizado en las aulas de dibujo de las facultades de Bellas Artes, corresponde un original que se halla en un museo de Argelia.

Indagando (es decir “googleando”) consigo encontrar una antiquísima foto de Félix-Jacques-Antoine Moulin (1802 – después de  1875) reproducida sobre papel albuminado, que forma parte de uno de los tres volúmenes, consagrados a las fotografías que tomó en la Argelia colonial entre 1856 y 1857 sobre placas de cristal al collodio (Biblioteca del castillo de Fontainebleau) y que dedico a Napoleón III.

Afrodita de Cherchell  y otros fragmentos.Foto de Felix Moulin. L'Algerie photographiée, 1856-57 (Biblioteca  del castillo de Fointainebleau)

Afrodita de Cherchell y otros fragmentos.Foto de Felix Moulin. L’Algerie photographiée, 1856-57 (Biblioteca del castillo de Fointainebleau)

La foto corresponde a los hallazgos de las excavaciones arqueológicas francesas de las ruinas de la antigua ciudad romana ubicada en la Cherchell de hoy, ciudad puerto en las orillas del Mediterráneo, al oeste de Argel.

Según la cartela de la exposición de Bélgica, el torso de época romana es parte de una copia de la Afrodita Capitolina de Roma y está en el museo de Cherchell. Sin embargo no aparece en las listas ni en las escasas imágenes de sus salas que encuentro por Internet.

Al final descubro que está catalogado en Argel como la venus de Cherchell (siglos I a III) réplica de la Venus del Capitolio y copia muy rara de la estatuaria griega.

Sala de Bellas Artes.Museo de Argel.Foto Skyscrapercity

Sala de Bellas Artes.Museo de Argel.Foto Skyscrapercity

En sus salas, por lo que se ve en el sitio web, no aparece. Así que de este hermoso desnudo que figura en el catálogo del Museo Nacional de Antigüedades y Artes Islámicas de Argelia me ha sido imposible encontrar fotos actuales (http://www.m-culture.gov.dz/mc2/fr/fiche_site.php?id=4). Quizás lo tengan en algún cajón de la reserva. Si alguien sabe algo agradeceré que me lo comente. Lo pondremos en el blog. Por el momento nos tenemos que limitar a su vaciado en escayola de Bélgica o, last but not least, al que existe en Altea.

Altea. Aula de dibujo.Vaciado del torso de  Cherchell Venus Capitolina Foto R.Puig.

Altea. Aula de dibujo.Vaciado ¿del torso de Cherchell? Venus Capitolina Foto R.Puig.

En el aula de dibujo de la Facultad de Bellas Artes de Altea

Decía más arriba que los alumnos de dibujo suelen ejercitarse en aulas donde los vaciados de la estatuaria antigua ponen a prueba sus habilidades con el carboncillo, el grafito o la pierre noire. Es la tradición académica.

La foto corresponde a la gipsoteca del aula de dibujo de primer año en la Facultad de la Universidad Miguel Hernández en el Campus de Altea. Los aprendices de artista pueden deducir que lo que tienen delante es un torso de Venus, aunque detalles no se dan.

Torso de Venus Capitolina. ¿Versión de Cherchell? Vaciado de Altea. Dibujo R.Puig

Torso de Venus Capitolina. ¿Versión de Cherchell? Vaciado de Altea. Dibujo R.Puig

Torso de Venus Capitolina. ¿Versión de Cherchell? Vaciado de Altea. Dibujo R.Puig

Torso de Venus Capitolina. ¿Versión de Cherchell? Vaciado de Altea. Dibujo R.Puig

Pasé por ese aula hace cuatro años, de la mano de un excelente profesor, Eduardo Marín, y aprovecho para dar fe de mis ejercicios con alguno de mis dibujos de entonces que presento en paralelo con el modelo de Bélgica, idéntico al de Altea, y una foto al escorzo del original capitolino completo.

Si hay mérito lo debo a la calidad de mi profesor, si defectos (que los hay) pertenecen al dibujante. ¡Que Afrodita me los perdone!

Bruselas.Museo de Bellas Artes. Vaciado del torso de  Cherchell Venus capitolina 2 Foto R.Puig.

Bruselas. Museo de Bellas Artes. Vaciado del torso de Cherchell. Venus capitolina Foto R.Puig.

Torso de Venus Capitolina. Vaciado de Altea.¿Copia de Cherchell? Dibujo R.Puig.

Torso de Venus Capitolina.  Vaciado de Altea. ¿Copia de Cherchell? Dibujo R.Puig.

Vista lateral de la Venus Capitolina. Roma. Foto R.Puig

Vista parcial de la Venus Capitolina. Roma. Foto R.Puig

En definitiva ¡largos han sido los recorridos de la Venus Capitolína, desde  la Grecia del siglo IV antes de Cristo a la Roma y a las costas del Magreb de los primeros siglos de la era cristiana! ¡Para fondear en las aulas de Altea, también sobre el Mediterráneo, tras haber pasado por otras costas, las del mar del Norte, en el estudio de Jordaens en Amberes y en los talleres de vaciado de Bélgica!

En cualquier caso, si tenéis la posibilidad ¡no os perdáis la exposición de Jacob Jordaens en Bruselas!

Museo de Bellas Artes de Bruselas. Salon de entrada.

Museo de Bellas Artes de Bruselas. Salón de entrada. Foto R.Puig


PERPLEXUS PONTIFEX

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Perplexus pontifex.Acrílico y óleo.R.Puig

Detalle de Perplexus pontifex.Acrílico y óleo.R.Puig

 

En la anterior entrada me ocupaba del torso de la Venus Capitolina y no sería justo que discriminásemos a los varones con una selección sesgada, sobre todo teniendo en cuenta que Roma cuenta con torsos masculino  ilustres.

Torsos viriles

El más famoso es el “Torso de Belvedere”, que truena en el centro de una de mejores salas del museo Pío Clementino en el Vaticano y que casi todos los estudiantes de Bellas Artes hemos dibujado a partir de sus vaciados en escayola.

Torso de Belvedere.Apolonio.Museo Pio Clementino.Vaticano.Foto R.Puig

Torso de Belvedere.Apolonio.Museo Pio Clementino.Vaticano.Foto R.Puig

Esta escultura redescubierta en vida de Miguel Ángel, le sirvió de inspiración, no sólo a él sino a varias generaciones de artistas, desde Bernini a Rodin. Lleva  en su basamento la firma de Apolonio Nestoros de Atenas y, como explica Marco Bussagli  (Sotto pelle, Roma, Medusa ed.), de todas las interpretaciones que se han dado para identificar al personaje representado en ella, la más acorde con la postura anatómica del torso es la expresada por Raimond Wünsche en 1993. Se trata muy verosímilmente del héroe homérico Áyax Telemonio.

La obra, cuando estaba completa, representaba al poderoso guerrero en el momento en que, deprimido, perplejo y abrumado tras su acceso de ira y su insania transitoria, pensativo, dirige la espada desenvainada hacia su pecho, antes de suicidarse con ella.

De la influencia que el torso de Belvedere tuvo dan idea los varios ignudi de la Capilla Sixtina.

Michelangelo. Ignudo. Capilla Sixtina. www.shafe.co.uk

Michelangelo. Ignudo. Capilla Sixtina. http://www.shafe.co.uk

Los papas y el desnudo

En la mejor tradición de los emperadores romanos, la Ciudad Eterna ha seguido siendo pródiga en representaciones desnudas del ideal de la mujer, del héroe atlético y de los mitos de la Antigüedad,  tanto en la Basílica de San Pedro misma y en otros templos y palacios pontificios de la urbe, como en los Museos Vaticanos.  Pero los artistas pontificios fueron parcos en desnudar, escultóricamente hablando, a cualquier autoridad o mito, sagrado o profano, de los que han dominado el mundo cristiano y su Iglesia romana. Cuando Miguel Ángel lo intentó con Jesucristo en sus frescos, vino el Concilio de Trento y encargaron a Volterra que pusiera bragas a los protagonistas del Juicio Final.

Los Papas han estado siempre revestidos de varias capas de materia textil, a menudo ornadas con hilos y piedras preciosos, así como coronados con la triple tiara, herencia de un mundo faraónico. Esta tradición sigue vigente.

Holbein.1517.Dibujio al margen del Elogio de la locura.Figura de Papa

Grabado copia exacta de uno de los 82 dibujos que hizo Hans Holbein en el invierno de 1515-1516 al margen de un ejemplar del Elogio de la locura.Figura de Papa

¡O la tiara o el paraíso!

No es extraño que al llegar Julio II (Della Rovere) a las puertas del paraíso, el duro guerrero y mecenas financiador (por vía de diezmos, primicias e indulgencias) de tantos desnudos renacentistas, ofendido porque no le abren, le espeta a San Pedro entre otras cosas:

“Si no estás completamente ciego, supongo que reconocerás esta llave de plata, en el caso de que no conozcas el roble de oro. Ves además la triple corona y el manto reluciente por doquier de pedrería y oro”

Y el primer Papa le responde:

“Reconozco ciertamente una llave de plata, aunque sola y muy diferente de aquellas que en otro tiempo me confió el verdadero pastor de la Iglesia, Cristo. Pero en cuanto a esa corona soberbia ¿cómo podría reconocerla, si ningún tirano bárbaro se ha atrevido a portarla nunca, tanto más si se dispone a pedir la entrada en este recinto?  …  Veo por todas partes, tanto en la llave como en la corona y en el manto, las señales del traficante y del impostor más infame, que ostenta ciertamente mi nombre, mas no mi proceder, del Simón que yo una vez expulsé con la ayuda de Cristo”

Y ambos prosiguen:

Julio: …  “reconocerás las dos letras P.M., a no ser que nunca hayas aprendido las letras”

Pedro: “Supongo que significan Peste Máxima.

Julio : “Al contrario. Significan Pontífice Máximo.

Pedro: … “aquí no serás aceptado si no eres óptimo, es decir santo”

“Julio excluido del reino de los cielos”, traducción de Miguel Ángel Granada, en Erasmo de Rotterdam, “Escritos de crítica religiosa y política. Edición de Miguel Ángel Granada, Barcelona, Círculo de lectores, 1996, págs. 54-55

Urbano VIII.Museos Capitolinos.Foto R.Puig

Urbano VIII.Museos Capitolinos.Foto R.Puig

 

Cuando el pontificado se embrolla 

Aquel diálogo irónico que Erasmo publicó como panfleto anónimo tenía una gran sustancia y coincidía con sus numerosas críticas al Papado: el Evangelio era negado de continuo por la vida de sus máximos intérpretes.

De hecho la expresión Pontifex identifica a la suprema autoridad de la jurisprudencia religiosa. Es pues alguien que tiene la última palabra, por lo que debe ocultar sus titubeos y sus dudas, so pena de defraudar como Ájax la confianza de los suyos. Pero en Roma todo invita a cubrir de ropajes espléndidos a los Papas y sus embrollos, a pesar de que San Pablo anima a los primeros cristianos a desnudarse del hombre viejo y a revestirse del espíritu evangélico (Ad Efesios, 4, 22)

Hoy los Papas están volviendo a mostrar signos de perplejidad, están titubeando, no sólo ante el portal de Belén, del que el actual Pontifex ha quitado ya la mula y el buey, sino ante el mismo infierno, al que ha desprovisto  de todos los terroríficos atributos que frenaban nuestros instintos pecaminosos. Para conservar un infierno como Dios manda sólo nos queda redirigir nuestras miradas  a la Gehenna de los judíos o al Yahannam de los musulmanes. Y en materia de cielo no sé qué va a pasar, pues ya era bastante aburrido el cielo cristiano o la vida eterna de la Torá en comparación con las delicias (varoniles) del paraíso islámico.

A este paso acabarán por aceptar el estudio de crítica histórica de la Vida de Jesús de  Ernesto Renan y darle la razón en casi todo. Por ejemplo, en que Jesús en realidad nació en Nazareth y que del establo de Belén, de los pastores, de los ángeles y los magos, de la matanza de los inocentes y de la huida a Egipto, de eso nada de nada. En fin, una revolución exegética. Puede que hasta Pío IX, que le declaró blasfemo, se desdiga  en su tumba.

Pero volvamos a lo que íbamos, al final de mi estancia en Roma (como expliqué en este blog en la entrada de 28 de junio del 2011), motivado por el diálogo de Erasmo y por las recomendaciones de San Pablo, así como inspirado por el torso de Belvedere, pinté un último cuadro y escribí un cuento.

Creo que ante los signos preocupantes de embrollo vaticano, y con ánimo de ayudar, es oportuno que vuelva a publicarlos, ya que nuestro perplexus pontifex oscila hoy entre el twitteo y el titubeo.

No sé si adoptará de nuevo los humildes ropajes evangélicos, pero la tiara, esa parece que se resiste a dejarla.

Y así coronado, me temo que San Pedro no le dejará entrar en el Reino de Dios.

Perplexus pontifex.Acrilico y oleo.R.Puig

Perplexus pontifex.Acrilico y oleo.R.Puig

El cuento

Érase una vez un pontífice romano, de aquellos de los buenos viejos tiempos, que se encontró con Erasmo de Rotterdam en la basílica de Santa Maria Maggiore. El humanista traía en sus manos las pruebas de imprenta de una de sus ediciones del Nuevo Testamento. Aguantando las ganas de llamar a la guardia vaticana para que llevase a Erasmo a la hoguera, el Papa, no se sabe por qué impulso de tolerancia, bajando de su carroza de media gala, se puso a dialogar con el de Rotterdam.

Erasmo abrió las páginas que tenía entre manos y por azar la mirada del Papa cayó sobre la carta “Ad efesios” (a los habitantes de Éfeso) que se atribuye a San Pablo, en la cual, además de poner a las mujeres en su sitio (ya se sabe que el de Tarso era un fino feminista), en el pasaje 4,22-24 exhorta a los cristianos a que se desnuden de todas las malas costumbres y sus ropajes y se revistan del espíritu evangélico. Por cierto que del título de esa carta viene la palabra ‘adefesio’, pero en esta parábola no tratamos de eso.

Nuestro pontífice, que iba recubierto de todas sus pompas vestimentarias, adornado con orlas bordadas en oro y plata, colgado de su cuello un pectoral de oro y gemas,  y coronado con una tiara de varios niveles que no se puede describir con palabras, se quedo bastante preocupado. Por allí dentro se le agitaron algunos recuerdillos del Evangelio, cuyas páginas, de tanto leer el Código de Derecho Canónico y de tanto promulgar bulas y proclamar indulgencias (pues le hacían falta los óbolos de la Cristiandad para construir palacios y basílicas y financiar su mausoleo), no abría desde hace años.

Así que, después de dar permiso a Erasmo para que se retirase de su presencia, vuelto a su palacio y presa de gran contrición decidió desnudarse de todo aquello para seguir el consejo paolino. Se iba pues quedando como había venido al mundo (hasta el anillo pontificio se quitó), pero al llegar a la tiara, símbolo máximo del poder papal, se sentía tan apegado a ella que no era capaz de quitársela. Ya estaba completamente desnudo, pero penaba a la idea de despojarse de su triple corona.

Con esfuerzo sobrehumano lo intentó ¡y lo logró!  Pero ¿sabéis lo que ocurrió?  (…) Pues que se interrumpió la conexión ADSL ¡se desconectó de la broadband del Espíritu Santo¡ ¡Menuda tragedia para la Cristiandad!

Y esta, queridos míos, parece que, en última instancia, es la razón por la que los papas siguieron durante siglos con sus tiaras: les servían para estar inspirados, eran las antenas de la infalibilidad. Pasados muchos muchos años, los técnicos de la Radio Vaticana,  hace relativamente poco tiempo, consiguieron que bastase con tener una tiara central en el Tesoro de San Pedro.  Esa augusta antena pontificia capta las señales del ultracielo, que es como llamaba el poeta Jules Supervielle a esas regiones lejanas del Cosmos y donde parece habita la Trinidad (no hagáis caso de ese ateo de Stephen Hawking).

Hoy en día, desde esa antena de forma ovoide las señales se retrasmiten nítidas al teléfono móvil de Benedicto XVI. Por eso los papas ya no necesitan la tiara. Además, está demostrado que, si se la pusiesen, las emisiones de este potente artilugio aumentarían el riesgo de cáncer cerebral papal. A pesar de todo, dicen que Juan Pablo II, cuando quería tener un buen colocón de inspiración se iba a hurtadillas al Tesoro Vaticano y se la ponía.

Y Benedicto XVI, erre que erre, se ha hecho una a medida.

Si os acercáis a la vitrina de la famosa tiara en el Tesoro de San Pedro veréis cómo vuestro teléfono móvil se vuelve loco de interferencias. A lo mejor, si sois hackers  lo mismo conseguís meteros en la banda del Espíritu Santo.

Por probar…



De las desgracias de Ganda, el rinoceronte enfermo que Durero inmortalizó

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Rinoceronte asiatico. Durero. British Museum

Rinoceronte asiatico. Xilografía de Durero. British Museum

 

Parece ser que la estampa emblemática de la exposición Durero grabador. Del Gótico al Renacimiento, abierta hace poco en la Biblioteca Nacional de Madrid es el famoso y muchas veces reproducido rinoceronte asiático, cuya estampa en hojas sueltas aportó buenas ganancias al artista alemán.

¡No es lo menos admirable de este grabado lleno de finos detalles el que se trate de una xilografía! El dibujo original de Durero, a partir del cual se ejecutó, se conserva en el British Museum.

Albrecht Dürer. Ink drawing. British Museum.

Albrecht Dürer. Dibujo a la pluma. British Museum.

Está documentado que se basó en un dibujo que un pintor moravo afincado en Portugal envió a Nurenberg desde Lisboa, adonde el pobre animal, apodado Ganda, había llegado en mayo de 1515, tras un viaje por mar de cinco meses.

Los críticos afirman que los detalles tan abigarrados son fruto de la imaginación de Durero y de su lectura de Plinio el Viejo (se transcribe más adelante), autor que no era manco en fantasías.

No voy a contradecir a los críticos, pero, además, mi modesta opinión es que el pobre animal debió de llegar a Lisboa con escorbuto, en estado de deshidratación, cubierto de abscesos y, además, escrofuloso. Así que lo que parece una cota de malla o la superficie moteada de una tortuga, creo que eran  pústulas; y esa especie de branquias son las escrófulas.

Así que lo que hizo Durero fue adecentarlo para la posteridad y borrar las huellas del maltrato, sin que eliminase del todo la melancolía y la pena que rezuma el animal. Al fin y al cabo, el artista, que era al parecer depresivo y melancólico, se debió sentir identificado con el desdichado rinoceronte.

Ese aspecto triste lo siguieron manteniendo los artistas posteriores que se inspiraron en él para sus obras de Historia Natural.

Rinoceronte asiatico Jonstonus. Biblioteca Vaticana.Detalle

Rinoceronte asiatico Jonstonus. Biblioteca Vaticana.Detalle

Capricho de nobles

En fin, en Lisboa, en vez de darle un respiro lo pusieron en una plaza frente a otro desgraciado, un elefante, para comprobar si Plinio el Viejo tenía razón, cuando describía una feroz rivalidad entre ambos animales. Como dos no pelean si uno no quiere (y el elefante se largó pintando), el rey decidió mandárselo al Papa León X, con escala en Marsella para que lo viese Francisco I.

No sabemos dónde lo disecaron tras el naufragio, si en Portugal (parece dudoso) o en Italia, que estaba más cerca del lugar del desastre. Por aquellos andurriales se ofreció por un tiempo a la curiosidad de nobles y cortesanos, pues dicen que los Medici adquirieron los restos disecados de Ganda.

Otros grabados

Este grabado de Durero ya se expuso en Bilbao (Guggenheim) en el 2007 y en Madrid (Prado) en el 2005. No es pues una imagen desconocida entre nosotros.

Pero el motivo que me lleva a tratar del tema es que durante mi año de estudio en Roma (2010-2011) tuve ocasión de manejar grabados originales de Ulises Aldrovandi (1522-1605),  Antonio Tempesta (1555-1630) y Johannes Jonstonus (1603-1675), a quienes enumero por orden cronológico de su vida y obras.

Entre las diversas estampas que tuve el privilegio de examinar en las obras originales del siglo XVII, aparecía también el pobre Ganda.

Ulises Aldrovandi

Rinoceronte asiático  Aldrovandi.1616

Rinoceronte asiático. Ulises Aldrovandi,1616. Biblioteca Alessandrina. Universidad de La Sapienza.

Las imágenes del rinoceronte de Aldrovandi, deudoras del de Durero,  son de la edición de su Quadrupedum omnium bisculorum historia de 1621, que se puede consultar en la Biblioteca Alessandrina de la Universidad de La Sapienza en Roma.

Antonio Tempesta

Tempesta Rinoceronte africano. Grabado en 1620 por De Rossi.

Antonio Tempesta. Rinoceronte africano. Grabado en 1620 por De Rossi.

La imagen de un rinoceronte, no asiático como el de Durero, sino africano pues tiene dos cuernos (además de los de su testuz) que grabó De Rossi, a partir de un dibujo de Antonio Tempesta, la he encontrado en la página web de Calcográfica del Ministerio Italiano dei Beni Culturali, procedente de la obra Nova raccolta de li Animali piu curiosi del mondo designati et intagliati da Antonio Tempesta e dati in luce per Gio Domenico De Rossi in Roma alla Pace, 1620. Este híbrido sí que parece un fruto de la imaginación del artista, quizás basado en lecturas de autores de la Antigüedad.

http://calcografica.ing.beniculturali.it/calcografica/index.php?page=default&id=20&lang=it&schemaType=MI&soggetto_value=ANIMALI&start=25.

El profesor Manuel Barbero Richart (Universidad Complutense de Madrid) publicó en 1999 su obra Iconografía Animal: la representación animal en libros europeos de historia natural de los siglos XVI y XVII, donde se reproduce una estampa atribuída también al Tempesta, en la que este artista escenificaba la lucha entre el rinoceronte y el elefante. Como el autor me ha informado la reproducción aparece en la obra The Rhinoceros. FromDürer to Stubbs (1515-1799) de T.H. Clarke. 

El profesor Barbero ha tenido la cortesía de hacerme llegar esta imagen, que reproduzco con la fecha de su probable publicación, pues proviene del Primo libro di caccie varie intagliate per mano di Antonio Tempesta, Roma, Andrea Vaccario, s.d. [fecha de la dedicatoria en 1598]. La figura del rinoceronte tiene todas las trazas de basarse en la de Durero (¿conocida a través de trabajos de Aldrovandi?)

Antonio Tempesta.Lucha del rinoceronte y el elefante 1605. Fuente T.H.Clarke

Antonio Tempesta. Lucha del rinoceronte y el elefante (1605). Fuente T.H.Clarke. Cortesía del profesor Manuel Barbero Richart

Johannes Jonstonus

Rinoceronte asiatico Jonstonus. 1657. Biblioteca Vaticana

Rinoceronte asiatico Johannes Jonstonus. 1657. Biblioteca Apostólica Vaticana

En los servicios de la Biblioteca Apostólica Vaticana adquirí en el 2011 una hermosa reproducción fotográfica del rinoceronte de Jonstonus, procedente de su Historiae natvralis de quadrupetibvs, de 1657. Es evidente que sigue a Aldrovandi, como aquél siguió a Durero.

Versión escultórica

Cabeza de rinoceronte asiatico. Fines del s.XVI. Claustro Michelangelo. Museo delle Terme. Roma. Foto R.Puig

Cabeza de rinoceronte asiatico. Fines del s.XVI. Claustro Michelangelo. Museo delle Terme. Roma. Foto R.Puig

No quiero olvidar las imágenes de las gigantescas cabezas de época renacentista de un rinoceronte asiático y de un elefante, ambas de fines del último tercio del siglo XVI, que fueron encargadas por el cardenal Michele Bonelli  (1541-1598) para su palacio de Roma y que hoy pueden admirarse en el Claustro Michelangelo del Museo delle Terme di Diocleciano.

Cabezas de elefante y rinoceronte asiatico. Fines del s.XVI. Chiostro Michelangelo. Museo delle Terme. Roma. Foto R.Puig

Cabezas de elefante y de rinoceronte asiatico. Fines del s.XVI. Claustro Michelangelo. Museo delle Terme. Roma. Foto R.Puig

Pienso que el modelo del rinoceronte debió de ser o el grabado de Durero o el mismísimo Ganda disecado.

Cuál fuese el modelo de elefante no sabemos, pero de estos paquidermos por Italia habían pasado bastantes desde los tiempos de Anibal

Reflexión final

El texto alemán del grabado de Durero, basada en la descripción del romano Plinio el Viejo, es el siguiente:

El  primero de mayo del año 1513 [sic], el poderoso Rey de Portugal, Manuel de Lisboa, trajo semejante animal vivo desde la India, llamado rinoceronte. Esta es una representación fiel. Tiene el color de una tortuga moteada, y está casi completamente cubierto de gruesas escamas. Es del tamaño de un elefante, pero tiene las patas más cortas y es casi invulnerable. Tiene un poderoso y puntiagudo cuerno en la punta de su nariz, que afila en las rocas. Es el enemigo mortal del elefante. El elefante se asusta del rinoceronte, pues, cuando se encuentran, el rinoceronte carga con la cabeza entre sus patas delanteras y desgarra el estómago del elefante, contra lo que el elefante es incapaz de defenderse. El rinoceronte está tan bien acorazado que el elefante no puede herirlo. Se dice que el rinoceronte es rápido, impetuoso y astuto.

tomado de http://www.taxidermidades.com/2012/12/el-rinoceronte-de-durero.html#more

La verdad es que entre tantos animales salvajes como han sido capturados y maltratados durante siglos para diversión de los hombres, ninguno pudo contar con tanta fama y con semejante epitafio, de la mano del mejor grabador del Renacimiento.

En una época en que esas mismas naves, que venían de la India o de las costas del este de África hacia Lisboa, fondeaban de puerto en puerto para cargar esclavos negros en sus sentinas, obligados a viajar hacinados y en peores condiciones si cabe que el rinoceronte Ganda ¿quién de ellos llegó a ser recordado y representado para la Historia?

De esos miles de viajeros esclavizados sólo queda, como una penosa aunque famosa metáfora, la imagen de un rinoceronte enfermo y extenuado. Cuando vayamos a la BNE para admirar el arte de Durero no estará de mal recordar de cuánta arbitrariedad, explotación y sangre, de cuantos abusos y dolor, está compuesta la historia de las creaciones humanas.

………….

Sobre la historia de este grabado y otras versiones antiguas basadas en el grabado de Durero:

http://blog.bne.es/?p=1307

Información sobre la exposición de la Biblioteca Nacional de España:

http://www.hoyesarte.com/entrevistas/comisarios/12715-entrevista-con-concha-huidobro-jefa-de-la-seccion-de-grabados-de-la-biblioteca-nacional-de-espana.html

Más imágenes de rinocerontes en el Arte:

http://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Rhinoceroses_in_art


Breverías erasmianas (VI). “A mortuo tributum exigere” (Exigirle el tributo a un muerto)

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Constantin Meunier. Le grisou.1888-1890. Beaux Arts.Bruxelles. Foto R.Puig.

Constantin Meunier. Le grisou.1888-1890. Beaux Arts.Bruxelles. Foto R.Puig.

Corren tiempos en que se exprime directa e indirectamente a los que no tienen escapatoria, empezando por los que menos tienen y por los que han obrado honradamente. La verdad es que eso que llamamos la humanidad lleva siglos sin lograr que tal estado de cosas desaparezca. Ya a comienzos del siglo XVI se estrujaba a los indefensos, se mantenían las tradiciones me­dievales de los diezmos y primicias a favor de los eclesiásti­cos y estaba en auge la práctica de la simonía y de la venta de indulgencias, alimentando así el malestar que condujo a la reforma protestante. Los príncipes y los papas expoliaban a sus súbditos para equipar ejércitos, contratar bandas de mercenarios e invadir territorios ajenos.

El pequeño en­sayo, que Erasmo de Rotterdam publicó en la edición de sus Adagios de 1515 y donde comenta el adagio “Exigirle el tributo a un muerto”, aparecía ya en la edición de 1508 con menor extensión. El texto resume sus ideas sobre la ética de los nego­cios y sobre los impuestos. Es una crítica de las exacciones, tributos, diezmos, gabelas, dacios y arbitrios seculares y eclesiásticos que eran bien conocidos para los lectores de su tiempo (algunos de los impuestos canónicos siguieron vigen­tes hasta hace poco). Las revueltas de los campesinos de la primera mitad del XVI estallaron para liberarse, entre otras cosas, de la multitud agobiante de tales contribuciones.

Erasmo critica las tasas impuestas al pueblo menesteroso y ataca la venta de cargos públicos y de beneficios eclesiásticos, así como lo que entre nosotros se ha llamado ‘cultura del pe­lotazo’, practicada por «esa clase de sórdidos especuladores» que andan «comprando aquí para vender allí por más del doble o explotando mediante monopolios a la pobre gente». En cuanto a la usura, a pesar de desmarcarse de la tradición que la condena, se escandaliza de que se considere a los usu­reros –es decir los banqueros– como «pilares de la Iglesia».

El pez grande se come al chico.Brueghel

El pez grande se come al chico.Brueghel

En La educación del príncipe cristiano Erasmo insisti­rá en que el Estado debe intervenir en la economía para impedir la concentración excesiva de las riquezas en manos de unos pocos y para proteger al pueblo llano de la miseria. En los Coloquios también se ocupa de la moral de los ne­gocios: en el Banquete religioso reconoce la legitimidad del capital que se produce como resultado del propio trabajo, pero en la Ictiofagia (así como en carta a Damião de Góis el 25 de Julio de 1533) fustiga la explotación y el pillaje que bajo capa de cristianización acompañan a la em­presa colonizadora.

La especulación y el monopolio son prácticas a las que aludió con ejemplos concretos en muchas de sus obras y mencionó con frecuencia en sus cartas. Propugna la intervención de las autoridades para controlar pesos y medidas, vigilar las alzas abusivas de precios y supervisar la calidad de los alimentos.

Gerard Mas. ARCO 2010. Foto R.Puig

Obra de Gerard Mas. ARCO 2010. Foto R.Puig

Lo que sigue es una selección de párrafos del comentario de Erasmo que, pese a que ha pasado tanto tiempo, siguen sonando familiares.

Apo necrou forologein significa «exigirle el tributo a un muerto», y se decía de quien, lícita e ilícitamente, amontona riquezas de cualquier procedencia. Aristóteles en el libro segundo de la Retórica lo cita así: «hasta de un difunto saca provecho», reflejando lo que se solía decir de aquellos que con manejos deshonestos iban en pos de una ganancia, viniera de donde viniera, obtenida incluso de negocios mezquinos y sórdidos, como Vespasiano de los urinarios, o a partir de actividades vergonzosas, como el proxenetismo o la prostitución; o como quienes estru­jan a los amigos, a los menesterosos, a los mendigos o, por último, hasta a los muertos. Los nobles romanos que excavaron los monumentos de Corinto y expoliaron los bronces corintios fueron reprobados y se acuñó un tér­mino que expresaba la mezquindad de lo que hicieron. Por esta razón las cosas que se roban de aquella manera se denominan necrocorintos.

Riñones. A partir de Andrea Vesalius. Tabulae Anatomicae. Culture et civilisation. Bruxelles 1965

Riñones. A partir de Andrea Vesalius. Tabulae Anatomicae. Culture et civilisation. Bruxelles 1965

En concreto, si te atienes a las prácticas actuales, yo acep­taría mucho antes al usurero que a esa clase de sórdidos especuladores que con trucos, falsedades, imposturas, falacias, andan a la caza de beneficios de cualquier pro­cedencia, comprando aquí para vender allí por más del doble, o explotando mediante monopolios a la pobre gente; y sin embargo, estos agentes, que no tienen otra ocupación en la vida, son casi los únicos que considera­mos honrados.

…….

La rapacidad de éstos so­brepasa toda elocuencia. No existe ocasión de la que no extraigan algo de ganancia. No hay límite ni fin; a diario inventan nuevas formas de presión, y lo que fue un atra­co aislado en determinadas circunstancias se convierte en mordisco permanente. Estas prácticas, ya de por sí bastante odiosas, al ser ejercidas de forma aún más odio­sa por funcionarios arrogantes, generan un considerable grado de hostilidad hacia los príncipes, quienes sin em­bargo nada estiman indigno de sí con tal de sacarle una ganancia, es decir, con tal de que a causa de ello el ham­bre de los humildes crezca y se acreciente el lujo de los nobles, o más bien de los piratas. Y no faltan quienes, manejando las leyes como redes, obtienen ganancias nada despreciables de los crímenes de los delincuentes. ¿Hay acaso un cargo público, un puesto, una prefectura que no esté en casi todas partes a la venta? Finalmente, como estas prácticas, aun siendo muchas, no pueden colmar ese tonel verdaderamente agujereado que es el fisco de los príncipes se pretexta una guerra, los genera­les se ponen de acuerdo, y al pueblo infeliz se le sorbe has­ta la médula, como si un principado no fuese apenas otra cosa que un ingente negocio.

Adagio 812 (I ix 12).

Traducción del autor de este blog en su edición de Adagios del poder y de la guerra y Teoría del Adagio. Madrid, Alianza Editorial, Bolsillo Filosofía, 2008

Vesalius en Tabulae Anatomicae.Culture et civilisation. Bruxelles 1965

A partir de Andrea Vesalius. Tabulae Anatomicae. Culture et civilisation. Bruxelles 1965


Fisionomías (XVI): Los dientes y la representación del mal en la obra de Miguel Ángel. Un estudio revelador del Profesor Marco Bussagli

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Portada del libro del Profesor Marco Bussagli

Portada del libro del Profesor Marco Bussagli

A mediados de noviembre, mientras tomaba un café en la cantina de la Stadsbibliotek de Gotemburgo, hojeando Le Monde me topé con el nombre de Marco Bussagli, mi profesor y amigo durante mi año de estudios de Arte en Italia.

La crónica del corresponsal de Le Monde en Roma, Philippe Ridet, comenzaba así:

Marco Bussagli, historiador y profesor de Anatomía Artística de la Academia de Bellas Artes de Roma, contaba y recontaba en vano, no había lugar para la duda. Encaramado, un día de diciembre de 1996, sobre el andamiaje que ceñía la pared del Juicio Final de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, entonces en plena restauración, ha visto que varios personajes presentaban una dentadura particular. En lugar de cuatro incisivos como todo el mundo, tenían cinco. Una anomalía que los odontólogos llaman “mesiodens”, o sea un diente suplementario entre los dos incisivos maxilares centrales

(NB: Nadie se había puesto a pensar sobre este fenómeno, hasta que Maurizio Rossi le hizo notar en 1986 el diente supernumerario de uno de los diablos del Juicio Final, al que el restaurador de la Sixtina no dio particular importancia, pero que desde aquel momento intrigó a Marco Bussagli y le condujo a seguir tirando del hilo. Aunque ya agradeció anteriormente en un artículo de marzo del 2005 la observación de Rossi,  lo hace de nuevo en las páginas 122 y 123 de su libro)

Continúa la reseña de Le Monde:

Han pasado más de veinte años desde este descubrimiento sorprendente. Veinte años para preguntarse por qué Ludovico Buonarroti Simoni (1475-1564) llamado Michelangelo había decidido añadir un diente a algunos de sus retratos. La aparición en octubre del libro de Marco Bussagli representa a la vez la suma de sus reflexiones y el desenlace de su investigación

(Bussagli, Marco, I denti di Michelangelo, Milano, Ed. Medusa, 2014, 175 páginas, de las que 28 están dedicadas a utilísimas notas y valiosa bibliografía, ISBN 978-88-7698-312-2)

A mí me faltó tiempo para conseguir el libro vía internet y leerlo con detenimiento y admiración.

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I denti di Michelangelo o la polisemia de un rasgo anatómico

Sibila de Delfos Capilla Sixtina. Detalle del mesiodiente

Sibila de Delfos Capilla Sixtina. Detalle del “mesiodens”

Tras haberlo leído dos veces y  a pesar de su dimensión reducida este ensayo se da a la fuga por todos lados; son muchas las derivaciones y las pistas que abre al  estudio de la personalidad, las preocupaciones, el pensamiento y el itinerario atormentado, pasional, sensual y espiritual de Miguel Ángel, como hombre y como artista, como pintor, como escultor, como poeta, como esteta, como amante secreto o platónico;  a su conciencia cristiana, su sentimiento de culpa, sus creencias, sus oscilaciones entre la desesperación de la predestinación y la esperanza de la gracia; a sus preferencias teológicas, sus veneraciones, sus desilusiones.

Ya tenía yo un poco olvidada la  larga vida y la extensa obra de Miguel Ángel que fueron como un vórtice que absorbía y reflejaba su compleja y turbulenta época. Bien lo resume Marco Bussagli al estudiar la aparición del quinto incisivo en una larga serie de fisionomías de las obras del genio toscano, recorriendo las más de cinco décadas que nos llevan desde el Cristo muerto de la Pietà del Vaticano, esculpido cuando era veinteañero (1497-1499), hasta la Crucifixión de San Pedro de la Capilla Paolina de Roma, que acabó a los 75 años (1545-1550).

Bussagli analiza sistemáticamente la nada casual presencia del mesiodens en frescos y dibujos de Miguel Ángel, así como en la Pietà del Vaticano, poniéndola en relación con las diversas circunstancias de la vida del artista y demostrando, mediante la comparación con otros arcos dentarios normales que aparecen en su obra, su intencionalidad y su polisemia. Para ello aborda las posibles concepciones filosóficas, médico-anatómicas,  gráficas y teológicas que motivaron su inserción del quinto incisivo en toda una serie de creaciones entre 1499 y 1550.

El libro parte de una premisa, la de que Miguel Ángel ocultó esta decisión iconográfica, y abre así un fascinante campo de investigación, desgranado en cinco temas.

Vesalius. De Humani Corporis Fabrica. 1543. Portada

Vesalius. De Humani Corporis Fabrica. 1543. Portada

I       La cuestión anatómica y  la correspondencia entre la idea de belleza y la de la simetría de las estructuras del cuerpo humano, en Vitruvio y Leon Battista Alberti o en la “fabrica” de Vesalio (De Humani Corporis Fabrica), y las relaciones de Miguel Ángel con médicos anatomistas de la época que señalaron la anomalía del quinto incisivo, como Realdo Colombo (De Re Anatomica) de quien fue amigo, o su conocimiento de los escritos del cirujano Michele Savonarola (Practica Major), tío de Gerolamo Savonarola, el famoso predicador, teólogo y líder toscano, a quien admiró y conoció el artista.  Es significativo que en las portadas de los tratados de Vesalio y de Colombo aparezca Miguel Ángel participando en una disección. De ello se deriva el conocimiento que ciertamente tuvo el artista de la anomalía odontológica del mesiodens.

Realdo Colombo De Re Anatomica 1559. Portada

Realdo Colombo. De Re Anatomica 1559. Portada

II     El tratamiento iconográfico del quinto incisivo desde los primeros dibujos de Miguel Ángel como metáfora del mal y del pecado. Bussagli rastrea sus fuentes literarias (Dante Alighieri) y gráficas (Andrea di Buonaioto), conocidas del artista desde joven, que probablemente explican su empleo de las anomalías de los dientes como figuración o signo del mal en sus varias modalidades.

Personje con mesiodiente. Escena de la serpiente de bronce. Capilla Sixtina.

Personje con mesiodiente. Escena de la serpiente de bronce. Capilla Sixtina.

III     La abundante presencia en la Bóveda de la Sixtina (1508-1512) de personajes de la historia de la humanidad antes de Cristo con el quinto incisivo como señal de que, al no haberles alcanzado la redención, vivieron ante gratiam y estaban irremediablemente marcados por el pecado original.

En este capítulo van desfilando varios personajes de la Biblia o del paganismo con la anomalía en la boca. Quienes, por el contrario, representan anticipadamente la historia sub gratia muestran una dentadura armónica

Sibila de Delfos Capilla Sixtina.

Sibila de Delfos y el mesiodens. Capilla Sixtina.

Es un elemento más del ambicioso despliegue de Miguel Ángel que, como es sabido, estructuró los frescos de la bóveda  de toda la Capilla Sixtina siguiendo la división de la historia de la humanidad en tres grandes etapas de Gioachinno da Fiore (1130-1202). Miguel Ángel  se había familiarizado con esa concepción, muy popular en la teología medieval,  a partir de varias fuentes que recuerda Bussagli, como la obra de Dante  (que tanto influyó en sus Rimas y en diversos motivos de su obra), las predicaciones de Girolamo Savonarola  en Florencia, o sus intercambios con Egidio da Viterbo en Roma. La bóveda de la Sixtina las recorre todas, desde el Génesis a la acción salvífica de Cristo y el Juicio Final.

El Juicio Final. Miguel Angel. Capilla Sixtina

El Juicio Final. Miguel Ángel. Capilla Sixtina (1537-1541)

IV      El quinto incisivo en la pared del Juicio Final (1537-1541) es quizás el que mejor resume la pasión teológica, y el estado de contrición y angustia existencial de Miguel Ángel. A este respecto, el libro no olvida que en las intensas Rimas de Miguel Ángel se detectan alusiones al simbolismo de los dientes en la Divina Comedia y en la Biblia. Y es en los frescos del Juicio Final de la Sixtina donde puede decirse que culmina este proceso de alusiones iconográficas al mal original simbolizado por el mesiodens, que se repiten en condenados, esqueletos y diablos.

Craneo con quinto incisivo. Juicio Final. Ilustración M.Bussagli

Craneo con quinto incisivo. Juicio Final. Ilustración M.Bussagli

Ha hecho falta un trabajo de veinte años de paciente investigación de Marco Bussagli para catalogarlos e interpretarlos a la luz del pensamiento del debate sobre la predestinación, que fue piedra de escándalo y conflicto en las pugnas teológicas de la época y una de las causas del cisma protestante. Hoy nos resulta difícil comprender que se muriese por ello y que el ponerse de un lado o del otro implicase a menudo graves riesgos.

Los condenados de la barca de Caronte. Juicio Final

Los condenados de la barca de Caronte. Juicio Final

No puedo resumir aquí el recorrido que hace el autor del libro por las principales polémicas religiosas de la época y por los autores antiguos y contemporáneos que servían para fundar o impugnar las varias concepciones al respecto (San Pablo, Pelagio, San Agustín, Santo Tomás de Aquino, Dante, Lutero, Erasmo, Juan de Valdés, el Círculo de Viterbo y Vittoria Colonna, Calvino, Gaspar Contarini, el autor del “Beneficio de Cristo”,  Reginal Pole, Paulo III, Paulo IV, etc.).

Lateral izquierdo de los condenados del Juicio Final

Lateral izquierdo de los condenados del Juicio Final

Como bien recuerda Bussagli en su análisis, Miguel Ángel no sólo veneraba con amor platónico y admiración intelectual a la patrocinadora del Círculo de Viterbo, Vittoria Colonna (1492-1547), sino que comulgaba con las ideas de reforma conciliante de sus integrantes, que serían, a la conclusión del Concilio de Trento (1545-1563), declaradas heréticas.

Vittoria Colonna. Marquesa de Pescara (1492-1547)

Vittoria Colonna. Marquesa de Pescara (1492-1547)

Bussagli no zanja la cuestión, pero piensa que Miguel Ángel usó el mesiodens como signo de distinción entre condenados y bienaventurados, pronunciándose simbólicamente por las ideas del Círculo de Viterbo. No en vano es un Cristo temible quien envía a los infiernos a los condenados, con un gesto que ya en la época escandalizó por su aire inmisericorde.  No era prudente decantarse por la idea de la predestinación (el servo arbitrio) cuando ya empezaban a arrojarse  acusaciones de heterodoxia contra las posiciones luteranas.

Miguel Angel. Juicio universal. El antro diabolico

Miguel Ángel. Juicio universal. El antro diabólico

El artista, prudentemente, ni siquiera a los discípulos más cercanos les reveló ese signo esparcido por las paredes de la Sixtina.  Tan es así, que, como señala Bussagli,  la enorme copia del Juicio Final de Marcello Venusti (bien cercano a Miguel Ángel),  realizada en 1548, ignora los numerosos dientes anómalos, cuya presencia corrige sistemáticamente.

V      El mesiodens del Cristo de la Pietà del Vaticano (1498-1499) y la cuestión del pecado original y su redención por la muerte del Hijo de Dios. El espectacular descubrimiento de Marco Bussagli del quinto incisivo en el Cristo de esta escultura juvenil de Miguel Ángel (tenía veinticuatro años cuando la realizó) y su luminoso análisis forman el ápice de esta magnífico estudio del profesor de la Academia de Bellas Artes de Roma, que demuestra que el pensamiento y las preocupaciones teológicas que mueven la iconografía religiosa del maestro toscano no son cosa de su vejez, como se ha estado diciendo, sino que parten de vivencias y reflexiones muy tempranas.

Pietà de Miguel Àngel.San Pedro. Roma. Foto R.Puig

Pietà de Miguel Àngel.San Pedro. Roma. Foto R.Puig

En este capítulo explica detenidamente cómo Miguel Ángel empezó a esculpir desde su adolescencia en el Jardín de San Marcos de Florencia, inspirado por la notable colección de esculturas antiguas que los Medici habían reunido allí, y como por entonces pudo acceder al Libreto de la Doctrina Cristiana, manual muy popular escrito por San Antonino (1389-1459) que había sido prior del convento de San Marcos, en el cual la importancia del cuerpo de Cristo que asume los pecados del mundo es un aspecto cardinal. También conoció las enseñanzas de Savonarola y probablemente pudo ver la edición de su Predica dell’arte del ben morire (1495) que se abre con una xilografía que Bussagli reproduce, en la que el diente del mal truena en el centro de la arcada dentaria del demonio.

Practica dell arte del bene morire

Portada del sermón de la Practica dell arte del bene morire de Girolamo Savonarola. Detalle

Así pues:

Miguel Ángel pudo tener modo de ver un ejemplo de mesiodens real en el círculo de sus conocidos, pero lo que seguramente orientó su elección fue la tradición iconográfica florentina y la predicación apasionada de Girolamo Savonarola, la cual, como ya hemos dicho, se alimentaba de las creencias populares que identificaban el pecado con la enfermedad y la deformidad, como signos de la ausencia de la Gracia divina

Quinto incisivo del Cristo muerto de la Pietà del Vaticano

Quinto incisivo del Cristo muerto de la Pietà del Vaticano. Foto M.Falciani. Fabbrica di San Pietro

De forma críptica, el quinto incisivo del Cristo en brazos de la Virgen de la Pietà del Vaticano proclama que con su muerte carga en sí mismo todos los pecados de la humanidad y su sangre libera a los hombres de la culpa original (“qui tollis peccata mundi…”).

VI     El Profesor Bussagli resume por último la evolución de las preocupaciones y de la religiosidad de Miguel Ángel entre Florencia y Roma y el recorrido “de diente en diente” de su libro:

Como se ve, la religiosidad de Miguel Ángel aparece atormentada y compleja, pero en todo caso cimentada en una inmensa cultura. El gran Buonarroti supo extraer de dentro de su propio lenguaje figurativo soluciones maravillosas y de una gran eficacia comunicativa, a condición de que se tenga la paciencia de buscarlas. Un ejemplo entre tantos es el de su autorretrato en la piel de San Bartolomé que, como la cuestión del quinto incisivo, ha permanecido oculta por siglos, dado que había escapado a gran parte de colegas, alumnos y estudiosos que han trabajado en la exégesis de las obras maestras miguelangelescas

La profundidad del pensamiento del genio toscano no es reducible a la pura ilustración del dictado teológico de otros (por muy elevado que sea) ni a la mera investigación estética. Su contribución activa, eficaz y competente que trasforma su obras en verdaderos tratados teológicos originales, en los cuales el texto escrito es reemplazado por la invención figurativa que conjuga pensamiento y belleza

El uso del mesiodens por parte del gran artista responde a la incoercible exigencia interior de Buonarroti de medirse con los grandes temas de la salvación y del pecado que han atormentado su extraordinaria existencia durante toda la vida

En definitiva el análisis de Marco Bussagli abre nuevas vías de investigación en el campo de lo que denomina la “fisiología del alma” y demuestra de nuevo su gran competencia en materia de Historia del Arte, de Iconología y de Historia de la Iglesia y de la Teología en Europa.

A título personal…

El libro de Marco Bussagli no quiere cerrar las abundantes pistas de estudio que descubre sino que invita a seguirlas. De hecho es como si nos revelase la punta visible de un iceberg en el estudio de Miguel Ángel cuando parecía que todo estaba dicho.

Así que, a partir de lo que este libro suscita, me arriesgo (seguramente sin decir nada nuevo) a apuntar algunas reflexiones de interpretación literaria y de especulación sobre las emociones de Miguel Ángel por la época de ejecución del inmenso fresco del Juicio Final.

Para ello, a las citas que de las Rimas hace Marco Bussagli  me permito yo añadir aquí las alusiones al pecado, no en general, sino al misterioso pecado propio, cuya conciencia agobia a Miguel Ángel y del que se siente incapaz de liberarse y, por el cual teme, ser condenado.

Extraigo de un estudio de Umberto Maria Milizia sobre los sonetos de Miguel Ángel (digilander.libero.it/baraballo/umilizia/SONETTI.doc) las alusiones, en algunas de las rimas (números 293, 301 y 207 de la edición de Girardi) escritas en sus vejez por el artista (entre 1555 y 1560), a lo que llama el triste hábito, forma críptica de aludir muy probablemente a su homosexualidad, entonces condenada por la teología católica y penada severamente (Savonarola condenaba la sodomía que, según él, proliferaba en la Florencia licenciosa anatematizada en sus sermones).

De hecho Milizia dice en su estudio que “propende a creer que el poeta se refiera a un modo de ser suyo y particular, vista la frecuencia con la que esta terminología aparece en su cancionero”

Carico d’anni e di peccati pieno,

E col trist’uso radicato e forte,

Vicin mi veggio a l’una e l’altra morte,

E parte ‘l cor nutrisco di veleno.

Né proprie forze ho, c’al bisogno sièno

Per cangiar vita, amor, costume o sorte (…)

Cargado de años y de pecados lleno

Y con el triste hábito arraigado y fuerte

Cerca me veo de esta y la otra muerte,

Empero el corazón alimento de veneno.

Ni fuerzas propias tengo, que tu ayuda requiero

Para cambiar vida, amor, costumbre o suerte (…)

———–

(…) Se ‘l tuo di te cortese e caro dono

Non fussi, della vita che farei?

Del mie tristo uso e dagli esempli rei,

Fra le tenebre folte, dov’i’ sono (…)

(…) Si de ti tu cortés y don querido

No hubiese ¿qué haría de la vida?

De mi triste hábito y de los ejemplos reo,

En las tinieblas densas, donde yo me encuentro (…)

Jubilo homoerotico entre los salvados. Juicio Final. Miguel Angel

Júbilo homoerótico entre los salvados. Juicio Final. Miguel Ángel

Se lungo spazio del trist’uso e folle

Più temp’il suo contrario a purgar chiede,

La morte già vicina nol concede,

Né freno il mal voler da quel ch’e’ volle (…)

Si al largo espacio del triste y loco hábito

Más tiempo para purgarlo su contrario exige,

No lo concede la muerte ya vecina,

Ni freno quiere el mal de quien lo quiere (…)

(La traducción y la negrita son míos)

A este propósito, subrayaré que, del mismo modo que no reveló a nadie la presencia del diente de la predestinación, ni su autorretrato sobre el pellejo de San Bartolomé, tampoco Miguel Ángel justificó ante nadie las manifestaciones de homoerotismo dentro del grupo de los salvados del Juicio Final.

A mi modo de ver es un ejemplo del orgullo moral a contracorriente de Miguel Ángel, que finalmente, se reivindica a sí mismo y se considera salvado y redimido de todas las diatribas de la teología, de las persecuciones condenatorias, de los anatemas y de las miserias y contradicciones flagrantes que tuvo ocasión de ver en directo durante años en la Roma de los papas del Renacimiento.

Autorretrato de Miguel Angel sobre el pellejo de San Bartolome. Juicio Final

Autorretrato de Miguel Angel sobre el pellejo de San Bartolome. Juicio Final

No sólo ironiza sobre el miserable estado al que le ha reducido el durísimo esfuerzo exigido por el fresco del Juicio Final, que le ha dejado en la sola piel, sino que deja un mensaje para la curia romana de su tiempo con su ostensible hipocresía, puritana hacia fuera y lasciva y libertina hacia dentro,  y lo hace colocando entre los que se salvan a los que la teología moral imperante condenaba como sodomitas.

Parece como si en este grandioso trabajo pictórico de su vejez quisiera resolver simbólicamente el dilema angustioso que a menudo expresó en sus rimas:

Vivo al peccato, a me morendo vivo;

vita già mia non son, ma del peccato;

mie ben dal ciel, mie mal da me m’è dato,

dal mie sciolto voler, di ch’io sono privo.

Serva mie volontà, mortal mie divo

a me s’è fatto. O infelice stato!

a che miseria, a che viver son nato!

Vivo para el pecado, para mí muriendo vivo;

lo mío ya no es vida, que es del pecado;

mi bien viene del cielo, mi mal yo me lo he dado,

por mi libre querer, del que estoy despojado.

Sierva es mi voluntad, mi dios mortal

a mí se ha hecho.  ¡Oh infeliz estado!

¡para qué miseria, para qué vivir soy nacido!

Rima 32 de la edición de Enzo Noè Girardi, Bari, Laterza, 1967 (la traducción es mía)

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Epílogo

El mesiodens reseñado por Marco Bussagli en el rostro del carcelero de la Crucifixión de San Pedro coincide con el final del trabajo pictórico de Miguel Ángel, a los setenta y cinco años, aunque siguió dibujando y diseñando.

A pesar de su avanzada edad, todavía dedicó los últimos años de su larga vida a su obra arquitectónica y a las que quizás sean sus más emocionantes esculturas.  En una de ellas se retrató como Nicodemo

La Pietà Bandini con Miguel Ángel como Nicodemo. Fuente Wikipedia

La Pietà Bandini con Miguel Ángel como Nicodemo. Fuente Wikipedia

Si tenemos en cuenta que los nicodemitas eran aquellos cristianos que fustigaba Calvino por profesar ideas protestantes sin manifestarlas abiertamente, no es del todo infundado que esta obra tenga también un mensaje oculto y un homenaje críptico a  Vittoria Colonna, fallecida precisamente en el mismo año en que Miguel Ángel acomete este trabajo, y a las ideas de Juan de Valdés que en su círculo se profesaban.

Un año antes de la muerte de la Marquesa de Pescara, el artista le había dedicado una pietà de la que se conserva el dibujo

Pietà para Vittoria Colonna. Miguel Ángel.  1546

Pietà para Vittoria Colonna. Miguel Ángel. 1546. Fuente Wikipedia

De un modo o de otro, Michelangelo Buonarroti, siguió hasta el final dejando en sus obra las propias inquietudes y mensajes, acabando su vida con el cincel en mano, como la había empezado de niño, entre los humildes scalpellini  de Settignano.

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Cronología de la obra de Miguel Ángel.

Una excelente cronología por géneros artísticos e imágenes de todas las obras se puede consultar en http://it.wikipedia.org/wiki/Opere_di_Michelangelo

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Publicaciones del Profesor Marco Bussagli:

En Italia no necesita presentación pero he creído útil presentar un listado (probablemente no exhaustivo) de los libros que, además del que estoy hoy comentando, ha publicado su autor, de muchos de los cuales hay ediciones en otros idiomas (sobre todo en inglés).

Los que están disponibles en español van en rojo y precedidos de un asterisco

1       Por un lado están los textos de Anatomía Artística, materia de la que es docente principal en la Accademia di Belle Arti de Roma:

http://www.accademiabelleartiroma.it/didattica/docenti/elenco-docenti/bussagli.aspx

M.Bussagli, Anatomia Artistica. Manuale di disegno. Il corpo nell’arte. Le ossa e i muscoli. Le proporzioni, Firenze, Giunti, 1996, ristampa 1998, ristampa aggiornata 2001.

M.Bussagli, Il nudo nell’arte. La storia. Temi e soggetti. Bellezza ed erotismo, Firenze, Giunti 1997, 1998.

M.Bussagli, Sotto pelle, Medusa, Milano 2003

M.Bussagli, Il Corpo umano. Anatomia e significati simbolici. Mondadori Electa, Milano 2005.

* El cuerpo humano, Sociedad Editorial Electa España, 2006

2       Las monografías de Historia del Arte y de Iconología:

Marco Bussagli, Antonello da Messina, 2014, formato Kindle (y Giunti Editore)

Marco Bussagli, Il paesaggio, 2014, formato Kindle (y Giunti Editore)

Marco Bussagli, Corso di disegno,  Giunti Editore, 2013

*Marco Bussagli, Miguel Angel, Giunti Editore, 2010

Marco Bussagli, Arte americana 1620-1913, 2007

Marco Bussagli, Antonello da Messina, Giunti Editore,2006

Marco Bussagli, Angeli. Origini, storie e immagini delle creature, 2006

*Ángeles : orígenes, historia e imágenes de las criaturas celestiales, Editorial Everest , 2009

Marco Bussagli, L’uomo nello spazio. L’architettura e il corpo umano,  Medusa Edizioni, 2005

Marco Bussagli, Michelangelo. Il volto nascosto nel «Giudizio». Nuove ipotesi sull’affresco della Cappella Sistina, Medusa Edizioni, 2004

Marco Bussagli, Pittura. Riconoscere gli stili, Giunti Editore, 2004

Marco Bussagli, Capire l’architettura, 2004

*Roma: arte y arquitectura  H.F. Ullmann, 2004

*Marco Bussagli, Atlas ilustrado de la arquitectura, Susaeta, 2002

Fabrizio Pesando e Marco Bussagli, Pompei. La pittura, 2003

Marco Bussagli, Escher, Giunti Editore, 2003

Marco Bussagli, Bernini, Giunti Editore,  2000

Marco Bussagli, La via dell’arte tra Oriente e Occidente, 1998

Marco Bussagli, Bruegel, Giunti Editore, 1998 y 2006

Marco Bussagli, Benozzo Gozzoli,  Giunti Editore,, 1998

Marco Bussagli, Storia degli angeli,  1995

Marco Bussagli, Piero della Francesca, Giunti Editore, 1993

3      De técnicas artísticas

Marco Bussagli, Disegno. Manuale completo, Giunti Editore, 2014

Marco Bussagli, Il disegno, Mondadori Electa, 2011

Marco Bussagli, Acrilico. Manuale completo. Materiali tecniche e realizzazioni, Giunti Editore, 2008

Marco Bussagli,  Tempera. Manuale completo. Materiali metodi realizzazioni, Giunti Editore, 2006

Marco Bussagli, Prospettiva. Manuale completo, Giunti Editore, 2004

Marco Bussagli, Ritratto. Giunti Editore, Manuale, 2004

Marco Bussagli, Fumetto, Mondadori Electa,2003


Dibujos reunidos (XII): Del sufrido oficio de modelo de academia (I)

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Johan Zoffany. Los académicos de la Royal Academy 1771-1772. Colección Real. Londres

Johan Zoffany. Los académicos de la Royal Academy 1771 – 1772. Colección Real. Londres

Cada año las academias y liceos de Bellas Artes de Italia sacan a concurso las plazas de modelos vivientes de ambos sexos, para sus “scuole libere del nudo”, en las que se  practica el dibujo de anatomía artística. Su reclutamiento y situación contractual están reguladas desde el año 2000. Pero una cosa es la ley y otra su práctica, así que en el 2008 se produjo un paro para reclamar el reconocimiento profesional y protestar por la precariedad y las condiciones en que ejercían su trabajo

Por mi experiencia como alumno en la Facultad de Bellas Artes de Altea, en España, y en la Academia de Bellas Artes de Watermaels-Boitfors, en Bélgica, he sido testigo de que el  trabajo de posar es sufrido, la retribución es módica y la contratación temporera.

La primera Academia de Arte de Europa fue ideada por Giorgio Vasari y fundada por Cosimo I de Medicis en Florencia en 1563. A ella siguió la creación de la primera academia de dibujo de Europa por los hermanos Carracci en Bolonia en 1580. Más tarde se creó la de San Lucas en Roma en 1593. Fue la de Bolonia, la accademia dei desiderosi, luego llamada degli incamminati, la que dio el espaldarazo oficial al dibujo de desnudos dal vero, sin prestar oídos a la prohibición de la Iglesia en aquellos tiempos de contrarreforma.

El dibujo de modelo viviente había existido desde antiguo en el ámbito de los talleres de los artistas, pero la proliferación de academias y escuelas de arte públicas en el siglo XVII y XVIII consagró esta práctica en el ámbito pedagógico y le dio gran importancia para la formación del artista. El oficio de posar estaba permitido sólo a los modelos varones. De hecho, un rey tan ilustre e ilustrado como Carlos III, siguiendo los dictados de su confesor quiso quemar todos los lienzos de las colecciones reales que incluían desnudos considerados indecentes. Sólo la intervención del pintor de la Corte, Anton Raphael Mengs, consiguió que los donase a la Academia de Bellas Artes de San Fernando, para servir a la instrucción de los alumnos. A fines del siglo XIX se empezó a tolerar el posado artístico de las mujeres en las academias privadas, aunque hubo que esperar al siglo XX para que las mujeres pudiesen retratar a los modelos desnudos en las academias estatales.

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José Maea Desnudo con piedra 1783

José Maea,  Desnudo con piedra, 1783

Los dibujos de la colección de la Academia de San Fernando

Todo esto viene a cuento de que recientemente he examinado los trabajos de dibujo de modelo viviente de la Biblioteca digital de Bellas Artes de San Fernando que posee la Universidad Complutense de Madrid. Son trabajos, por lo general de gran calidad técnica, realizados a la sanguina, el carboncillo o el grafito, algunos sobre papel blanco o en su mayoría amarillento o gris. Entre los dibujos destacan los de alumnos que con ellos pasarían las pruebas para obtener una beca o pensión en la Academia de España en Roma. Algunos lograrían una plaza en la Historia del Arte, como José del Castillo (1737 – 1793), Domingo Álvarez Enciso (1737 – 1800), Alejandro de la Cruz (becario en Roma en 1765), Gabriel Durán (1747 – 1806, becario en Roma), Manuel de Eraso (1742 – 1813), José Maea (1760 – 1826),  Mariano Salvador Maella (1739 – 1819).

Fue necesario un siglo y medio más para que una mujer, la excelente pintora naturalista Marcelina Poncela Ontoria (1864 – 1917), legase un dibujo para esta colección y mereciese que su biografía acabase en la wikipedia. Era una de las seis mujeres que, con permiso real, pudieron ingresar en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado. No se trata de un desnudo, no se llegó a tanto, sino de la figura de un filósofo, a partir de la copia en escayola de una estatua clásica. Su hijo, Enrique Jardiel Poncela, de quien hemos hablado aquí, también dibujaba, seguramente por haberlo aprendido de su madre.

Marcelina Poncela y Ontoría. Filósofo

Marcelina Poncela y Ontoría. “Filósofo”

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Pero estábamos hablando de cuán sufridas pueden ser las sesiones de posado, por ello me voy a fijar en alguno de los recursos que se les ofrecían a los modelos para mantenerse inmóviles.

La piedra como apoyo

Un año antes del dibujo de José Maea que vemos un poco más arriba, otro aspirante a la fama dibujaba con los mismos materiales y la misma técnica al que puede que fuese el mismo modelo aunque con el pelo más corto, esta vez sentado sobre dos piedras, pero en una torsión que no parece demasiado cómoda. Prueben ustedes a mantenerse en esta pose durante veinte minutos o media hora y a ver si recuperan la normal sin tener calambres.

Pedro Carmona Lezcano. Desnudo con piedras 1782

Pedro Carmona Lezcano. Desnudo con piedras 1782

Y ya que hemos mencionado la fama de sus autores, he aquí dos dibujos más antiguos  de  modelos apoyados en la piedra, sobre papel gris y con acabado en albayalde.

Bastones

El primero se sujeta también en una especie de garrota o muleta para mantener su difícil equilibrio. Curiosamente el dibujante ha olvidado dibujar la continuación de la vara entre el antebrazo y la espalda

Mariano Salvador Maella Pérez. Desnudo con piedra 1760

Mariano Salvador Maella Pérez. Desnudo con piedra 1760

Este segundo no necesita de bastones, porque la piedra vertical le sirve de apoyo. Los toques de albayalde (blanco de plomo), un material que ya se usaba en el siglo XIV y fue desechado por tóxico en el siglo XIX,  destacan los volúmenes del cuerpo.

Alejandro de la Cruz Desnudo con piedra 1771

Alejandro de la Cruz Desnudo con piedra 1771

Otro que utiliza un palo

Blas Martín Hidalgo. Desnudo con piedra 1757

Blas Martín Hidalgo. Desnudo con piedra, 1757

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Evolución

Hacia final de siglo la línea se hace más nítida

Luis Rascón Desnudo con piedras 1790

Luis Rascón. Desnudo con piedras, 1790

Y cuando Antonio Martínez dibuja en Roma, pensionado en la Academia de España, esa precisión se acentúa

Antonio Martinez Desnudo con piedra 1799 a Roma

Antonio Martinez. Desnudo con piedra, 1799 “a Roma”

en contraste con sus ejercicios anteriores en Madrid

Antonio Martinez Desnudo con piedra s.f.

Antonio Martinez. Desnudo con piedra. s.f.

Podríamos seguir, pues hay en la colección muchos ejemplos de modelo apoyada en un bloque de piedra. Pero en un próximo domingo comentaremos otra curiosa forma de mantener el equilibrio y hacer más difícil la labor del dibujante.

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Para finalizar, he aquí un ejemplo de otro modelo que, siendo de escayola, no tenía que sufrir para mantenerse inmóvil, una copia del llamado Gladiador Borghese cuyo original está en el Louvre.

Entre los ejercicios que lo representan éste es el más antiguo de la colección. De aquel alumno aventajado sólo nos ha quedado el nombre

Guerrero Borghese Pedro Sasso y Sani 1786

Pedro Sasso y Sani. Guerrero Borghese, 1786

Y este otro al carboncillo obtuvo uno de los premios  del curso del 1911

Guerrero Borghese José Nogué Massó 1911 Premio

José Nogué Massó. Gladiador Borghese, 1911 (premiado)

Aquel catalán, alumno de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, se llamaba José Nogué Massó (1880 – 1973). Llegó a ser director de la Academia de España en Roma y catedrático de dibujo y director de la Escuela de Artes y Oficios de Jaén.

Este otro es un aspirante que no llegó tan lejos aunque, sin saberlo, intentaba emularlos cuando dibujaba la misma estatua, pero en Roma y un siglo más tarde…

Este bloguero dibujando en la gipsoteca de Roma.

Dibujando en 2011 en la Gipsoteca de la Sapienza en Roma.

Pero mejor sería darse una vuelta por el Louvre para ver el original en mármol

Gladiador Borghese. Siglo III a.C. Louvre

“Gladiador Borghese” de Agasias de Éfeso. Siglo III a.C. Louvre. Foto Ryan Bauman

 


Nota:  La Colección de dibujos antiguos de la Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de Madrid se puede consultar pinchando aquí

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dibujos reunidos (XIII). Las “academias” en trío, o de la paciencia y equilibrios de unos modelos sin nombre (y II)

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Saiz de Ureña, Bartolomé. 1754

Saiz de Ureña, Bartolomé. 1754

Habíamos terminado la crónica del 7 de enero anunciando que seguiríamos hablando del oficio de modelo de academia, en concreto sobre otra forma de mantenerse inmóvil en la pose, que, salvo desconocimiento de mi parte, ha caído en desuso, pero que se consideraba importante, pues el artista debía estar preparado para la composición de escenas (sobre todo históricas, bíblicas y mitológicas) de grupo. Se trata del posado en trío, que además hace más difícil la tarea del dibujante.

Los dibujos, como en la crónica anterior son de la Colección de dibujos antiguos de la Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de Madrid, salvo dos de la colección del Museo del Prado.

Olvidé señalar que en la tradición de las academias de Bellas Artes, el ejercicio de academia significa dibujar el modelo real desnudo. Se consideraba que sin saber dibujar  “una academia” anatomicamente fiel, las figuras que pintase el artista, incluso las vestidas, no alcanzarían la verosimilitud necesaria. Es decir, que si no sabía dibujar el cuerpo humano en su desnudez, ni siquiera con ropajes haría creíble la  escena.

Un buen ejemplo de ello son los cuadros de uno de los principales maestros de la pintura neo-clásica francesa,  Jacques-Louis David (1748 – 1825), a quien le costó varios intentos (y probablemente muchas “academias”) conseguir una beca para ir a estudiar a la Academia Francesa de Roma, donde consiguió quedarse cinco años.

Jacques-Louis David. La muerte de Socrates. 1787

Jacques-Louis David. La muerte de Socrates. 1787. Metropolitan Museum, N.Y.

Cuando le pidieron en París un cuadro sobre Horacio defendido por su padre dijo que sólo en Roma podría pintar romanos, y allá que le mandaron con gastos pagados.

El juramento de los Horacios, Jacques-Louis David.1784

El juramento de los Horacios, Jacques-Louis David.1784. Louvre

Creo que es cierto que los protagonistas de estas escenas, sus gestos, posturas, proporciones y perspectiva, no hubieran sido posibles sin la maestría que el pintor adquirió durante largas horas de ejercicio del dibujo ante modelos desnudos y muchas horas de clase de Anatomía Artística, asignatura que, aunque se conserva la copia de estatua, ha desaparecido de casi todas las facultades de Bellas Artes en España, por lo que en el arte que impera, el llamado presuntuosamente “conceptual”, sobre todo en la escultura, prolifera una especie de homínidos y maniquíes.

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Por aquellos años, nuestro siguiente dibujante, Francisco José Alcántara (1753 – 1801) hubiera podido cruzarse en los museos de la ciudad eterna con el francés, si no hubiera estado enseñando dibujo en Oviedo.

Francisco José Alcántara 1767

Francisco José Alcántara, 1767

Por la corona de espinas y la caña, se puede ver que su academia de tres modelos es un ejercicio de posturas (al carboncillo con toques de albayalde) para un posible proyecto de Ecce Homo.

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Mayor relevancia adquirió Agustín Esteve Marqués (1753 -1820), quien llegó a ser colaborador de Goya

Agustín Esteve Marqués 1771

Agustín Esteve Marqués, 1771

En esta academia, los tres modelos se ayudan de una vara para mantener su inmovilidad y su equilibrio durante la sesión de posado. Al que está sentado y al que apoya la rodilla en tierra les han aligerado el trabajo con un cojín. No falta un bloque de piedra para asegurar la postura de dos de ellos. El pintor, cuyo estilo debe mucho al de Goya, se convirtió en uno de los retratistas favoritos en tiempos de Carlos IV.  Para este trío de la duquesa de Osuna no parece que le haya hecho falta lo aprendido con el dibujo de desnudos.

La Duquesa de Osuna. Agustín Esteve. Museo del Prado

La Duquesa de Osuna como miembro de la Orden de Damas Nobles. Agustín Esteve. Museo del Prado

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En el ejercicio de José Sánchez Villamandos el trío de modelos nos se ha servido de apoyos artificiales, sino que se han organizado para sujetarse unos a otros, la verdad que en un equilibrio mucho más incómodo que el que hemos visto antes.

José Sánchez Villamandos 1769

José Sánchez Villamandos, 1769

Este dibujo es anterior en sólo dos años al precedente. Todo haría pensar que los modelos eran los mismos. Puede que hasta el cojín con apariencia de piedra también lo sea. Desde luego se trata de un trabajo en el que hay que llevarse muy bien con el compañero de posturas, esperando que antes de posar todos se hayan lavado, pues en una tal proximidad el mal olor no favorecería la cooperación a tres.

El artista de este dibujo fue más tarde el autor de los frescos de la cúpula de la capilla del Cristo en la iglesia de San Ginés en Madrid, un lugar en el que está acompañado, entre otros por un cuadro del mismísimo Doménikos Theotokópoulos

Detalle de los frescos de Sánchez Villamandos en la iglesia de San Ginés

Detalle de los frescos de Sánchez Villamandos en la iglesia de San Ginés

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Sobre el ejercicios de dibujo de desnudos, Pierre-Henri de Valenciennes publicó en 1801 lo siguiente:

Para poder dibujar la figura, hay que saber de Anatomía, sin la cual a un dibujante le ocurrirá como a un copista que transcribe una lengua que no comprende, o a un traductor que quiere tratar, en su lengua, una materia que ignora.

El modelo no puede aguantar largo tiempo en su sitio; y si el Pintor no guarda en su cabeza los principios de la Anatomía; si no conoce las distintas partes del cuerpo humano, lejos de que su modelo le pueda servir, no hará sino apartarse de la realidad; de manera que una parte determinada que tendría que aparecer pronunciada, se hace blanda y cóncava, y lo que debería tener espíritu y vida parece frío y adormilado.

Para guardar bien en la imaginación el número, el juego, la posición, y conocer el efecto de los músculos, conviene de vez en cuando comparar el cadaver con la Naturaleza viviente y con las bellas estatuas griegas. Los Griegos son quienes más estudiaron esta parte del arte; y si lo han conseguido perfectamente, es porque tenían ante sus ojos las formas más hermosas del cuerpo humano.  Es cierto que los músculos que más actúan son los que tienen más relieve y más se perciben, tales son los de las piernas en los bailarines y los de los brazos en los luchadores y remeros; pero la juventud griega, que practicaba de continuo ejercicios de gimnasia y mantenía en acción todo el cuerpo por igual, seguramente ofrecía modelos mucho más perfectos que todos los que se pueden encontrar hoy en día.

Pierre-Henri de Valenciennes (1750-1819), Réflexions et conseils à un Élève sur la Peinture et particulièrement sur le genre du Paysage, La Rochelle, Rumeur des Ages, 2005, 146 pages (De l’Anatomie, pp. 24 – 25)

(la traducción es mía)

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De finales de mismo siglo son los dibujos de Castor Gonzàlez Velázquez (1768 – 1822) y de Bartolomé Montalbo (1769 – 1846), ambos con obra en el Museo del Prado.

Castor Gonzàlez Velázquez 1790

Castor Gonzàlez Velázquez, 1790

Bartolomé Montalbo 1792

Bartolomé Montalbo, 1792

El primero fue también un afamado miniaturista y el segundo se especializó en bodegones de caza y paisajes y fue pintor de cámara de Fernando VII, pero antes  tuvieron que dedicar muchas horas al dibujo de academia al natural.

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De Ángel Bueno (Silos, 1758) que fue un alumno premiado de la Academia de San Fernando, aparte del dibujo de la colección que aquí examinamos. realizado en diciembre de 1783 (¿la muerte de Adonis pero sin Afrodita?)

Angel Bueno, 1758

Ángel Bueno, 1783

y de otros dos tríos en la colección del Museo del Prado no se conserva nada.

De ellos uno es anterior, también de 1783, pero en febrero y probablemente con los mismos modelos

Angel Bueno, 1783. Colección del Museo Nacional del Prado

Ángel Bueno, 1783. Colección del Museo Nacional del Prado

En este se comprueba que las posturas suelen ser la mímesis de otras del arte grecorromano o de la pintura clásica, en este caso el modelo en el suelo imitaría la escultura helenística el Gálata moribundo (220-230 a.C.), que se exhibe en copia de mármol romana en los Museos Capitolinos de Roma bajo la denominación de el Galo moribundo. El compañero a la derecha adopta la postura y la mano en la espalda del Hércules Farnesio  del Museo Nacional de Nápoles.

Galo moribundo. Museos Capitolinos. Foto R.Puig

Galo moribundo. Museos Capitolinos. Foto R.Puig

Cinco años antes había realizado el dibujo de otro trío

Angel Bueno, 1778. Colección del Museo Nacional del Prado

Ángel Bueno, 1778. Colección del Museo Nacional del Prado

Según se indica en su ficha en el Museo del Prado, participó en varias ocasiones entre 1778 y 1787 en los concursos de la Academia, pero no parece haber dejado registro ni como pintor ni como escultor en la historia del arte en España.

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No es posible traer aquí todos los dibujos de tríos de la colección que ha motivado estas crónicas y que muestra que durante la segunda mitad del siglo XVIII en la Academia de Bellas Artes de San Fernando se hizo habitual el ejercicio de academia con tres modelos desnudos. Las composiciones eran más o menos artificiales y estaban destinadas a desarrollar la virtuosidad del artista en la pintura del cuerpo masculino y en arte de la composición de grupos.

Acabaré con dos escenas, donde esa composición adquiere cierta teatralidad, con un cuerpo yacente en trance de ser socorrido. El primero, acabado en la víspera de Navidad de 1789 (en julio había sido tomada la Bastilla en París), podría ser un ensayo para un tema clásico, por ejemplo un descendimiento o la deposición de Cristo muerto.

Juan Alonso 1789

Juan Alonso 1789

Es obra de Juan Alonso del Canto (1768 – 1839), un asturiano que se matriculó en la Academia de San Fernando con tan solo trece años.

El otro -¿dos supuestos guerreros que ayudan a un compañero caído? ¿un descendimiento de la cruz?- fue dibujado cinco años antes por Juan Gualberto Escribano, de quien sólo he encontrado un rastro de su carrera artística, mencionado como copista (asesorado por Maella) de un San Francisco Javier  de Goya, para la capilla del cementerio del Hospital General de Madrid por encargo de Sabatini en 1781.

Juan Gualberto Escribano 1784

Juan Gualberto Escribano 1784

Ello querría decir que ya desde sus tiempos de alumno de la Academia se movía en el círculo de Mariano Salvador Maella y era un copista apreciado. Y nada más que yo sepa se recuerda de él.

Finalmente, otro posible esbozo de la escena de un descendimiento o una deposición en el sepulcro, obra de un Antonio Rodríguez (1765 – 1826) que pudo ser el hijo del conserje de la Academia de San Carlos de Valencia, que tras estudiar en la de San Fernando en Madrid, llegó a ser profesor y miembro destacado de la misma.

El Museo del Prado conserva numerosas ilustraciones suyas.

Antonio Rodríguez, 1765

Antonio Rodríguez, 1788

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En cuanto a los nombres de estos trabajadores precarios y anónimos, puede que en un archivo perdido aparezca alguno en las páginas de una contabilidad carcomida y polvorienta.

En la crónica anterior mencionaba que hoy en día en Italia, para ser modelo de academia hay que presentar una solicitud en respuesta a un concurso público anual. Me pregunto cómo se hacía en los siglos XVIII y XIX en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. ¿Se publicaba un bando? ¿Se les buscaba entre los mozos que descargaban fardos en el el mercado central? ¿Tenían que superar un casting ?

Fuese como fuese, he pensado que, en memoria de su paciente colaboración a la Historia del Arte, valía la pena recoger el detalle del rostro de algunos de ellos en esta página, tal como los selectos estudiantes que dibujaron las academias los interpretaron, mientras ellos se mantenían inmóviles y en equilibrio

Rostro 1

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Rostro 6

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Pilane forever (1)

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Observando de Hanneke Beaumont. Detalle. Pilane 2018. Foto R.Puig

“Observando” de Hanneke Beaumont. Detalle. Pilane 2018. Foto R.Puig

La visita a Pilane en la isla de Tjörn es una costumbre mía. Cada año, desde 2011, repito. Esta vez hemos deambulado por este parque de escultura ambiental aprovechando uno de estos días de setiembre en que no llovió durante las primeras horas del día. Las nubes planearon sobre nosotros, dando alguna breve tregua al sol, pero nos perdonaron.

Pilane 2018. Visitantes y habitantes. Foto R.Puig

Pilane 2018. Visitantes y habitantes. Foto R.Puig

Merece la pena entretenerse en el trabajo de dos escultoras, una holandesa, radicada en Bélgica, Hanneke Beaumont, y otra del norte de Suecia, María Miesenberger, así que dedicaré dos crónicas a esta visita, comenzando por la de hoy.

Por cierto que la gigantesca cabeza de Anna de Jaume Plensa ha permanecido otro invierno meditando y dominando Pilane desde su promontorio más elevado. Vayas por donde vayas acaba por encontrarte, vigilando tus pasos, sin necesidad de verte.

Anna de Jaume Plensa y Observando de Hanneke Beaumont. Pilane 2018. Foto R.Puig

“Anna” de Jaume Plensa y” Observando” de Hanneke Beaumont. Pilane 2018. Foto R.Puig

Pero vayamos por partes, comenzando por las tres obras (cinco figuras) que presenta la primera de las escultoras que cito.

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“Conectados-Desconectados”

Connected Disconnected de Hanneke Beaumont. Pilane 2018. Foto R.Puig

“Connected-Disconnected” de Hanneke Beaumont. Pilane 2018. Foto R.Puig

La escultora es holandesa, aunque sus estudios de arte tuvieron lugar en Escuelas de Bruselas y alrededores y es en Bélgica donde tiene su estudio. Lo que tiene de especial su trabajo artístico es que no es seriado (contrariamente a las factorías de lo que he llamado aquí “la escultura de maniquíes”), pues ella moldea en arcilla (su materia preferida) todos sus trabajos. Esa es la tradición, por ejemplo de la escultura de Miguel ÁngelBernini que partían de la obra en arcilla antes de pasarla al mármol o, en el caso de Hanneke Beaumont, al bronce.

Los tres personajes de esta alegoría, como la mayoría de sus figuras, parecen situarse en un mundo intemporal y asexuado que participa de los colores terrosos o graníticos de este lugar arcaico.

Connected Disconnected de Hanneke Beaumont. Detalle. Pilane 2018. Foto R.Puig

“Connected-Disconnected” de Hanneke Beaumont. Pilane 2018. Foto R.Puig

Si bien, a juzgar por la atracción que estos seres (que no sabemos si se conectan o se desconectan) ejercen sobre los habitantes estables del lugar, habría que añadir que la artista ha quizás pensado más, al elegir la tintura del bronce, en las lanas de los ovinos de Pilane. Uno de las ovejas se rasca con fruición aprovechando el basamento de una de las esculturas.

Connected Disconnected. Hanneke Beaumont. Detalle. Pilane 2018. Foto R.Puig

“Connected-Disconnected”. Hanneke Beaumont. Detalle. Pilane 2018. Foto R.Puig

Sinceramente, si alguna vez estuvimos conectados -parecen decirnos- ahora andamos ya cada uno por nuestro lado.

Connected Disconnected de Hanneke Beaumont. Detalle Pilane 2018. Foto R.Puig

“Connected-Disconnected” de Hanneke Beaumont. Detalle Pilane 2018. Foto R.Puig

!Me he puesto perdida! ¿Me echa alguien una mano?

“Observando”

El cuarto personaje observa, no se sabe bien qué o para qué, pero su mirada denota una cierta expectación.

"Observing" de Hanneke Beaumont. Detalle. Pilane 2018. Foto R.Puig

“Observing” de Hanneke Beaumont. Detalle. Pilane 2018. Foto R.Puig

Aunque su postura no indica muchas ganas de levantarse.

“Dando un paso adelante”

¡Al fin alguien se pone en movimiento!

Stepping forward de Hanneke Beaumont. Pilane 2018. Foto R.Puig

“Stepping forward” de Hanneke Beaumont. Pilane 2018. Foto R.Puig

Con un rictus de hartura, huyendo quizás de la pasividad del grupo, cansada de vivir entre ovejas, la que parece ser una ella irritada se pone en marcha. Lo que contempla ante sí no parece ser halagüeño…

Stepping forward de Hanneke Beaumont. Pilane 2018. Foto R.Puig

“Stepping forward” de Hanneke Beaumont. Pilane 2018. Foto R.Puig

Pero peor es quedarse. ¿Acaso no es andando como se hace camino?

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“Agarrándose”

Agarrándose. Holding on. María Miesenberger. Detalle. Pilane 2018. Foto R.Puig

“Holding on”. María Miesenberger. Detalle. Pilane 2018. Foto R.Puig

María Miesenberger ya expuso hace dos años en Pilane. Es una escultora sueca. Esta vez su criatura, una especie de spiderman, ya no es el hombre-avestruz de acero y bronce que escondía su cabeza en un hoyo. Ahora es un ser estilizado que prefiere encaramarse de forma inverosímil en los sitios más inesperados.

Holding on. María Miesenberger. Pilane 2018. Foto R.Puig

“Holding on”. María Miesenberger. Pilane 2018. Foto R.Puig

En un marco que encuadra dos perspectivas del paisaje

Agarrándose. Holding on. María Miesenberger y Anna de Jaume Plensa. Pilane 2018. Foto R.Puig

” Holding on”. María Miesenberger y “Anna” de Jaume Plensa. Pilane 2018. Foto R.Puig

Puede que esté intentando que Anna salga de su impasible meditación y abra los ojos para observar sus cabriolas. ¿Una propuesta para Jaume Plensa? Desde luego sería una sorpresa que, el año que viene, el artista nos descubra la mirada de su obra.

Agarrándose. Holding on. María Miesenberger y Anna de Jaume Plensa. Pilane 2018. Foto R.Puig

“Holding on”. María Miesenberger y “Anna” de Jaume Plensa. Pilane 2018. Foto R.Puig

Por el momento nos quedaremos con las ganas…

“Cambio de dirección”

Así que, como cualquiera de nosotros haría, la spiderman, despechada, se va con sus piruetas a otra parte a practicar el más difícil todavía.

Cambio de dirección. María Miesenberger. Pilane 2018. Foto R.Puig

“Change of Direction”. María Miesenberger. Pilane 2018. Foto R.Puig

Pero ahora, para el nuevo riesgo, ha abandonado su brillante cuerpo de acero inoxidable y se ha transfigurado en un inquietante ser de bronce.

Cambio de dirección. María Miesenberger. Pilane 2018. Foto R.Puig (2)

“Change of Direction” María Miesenberger. Pilane 2018. Foto R.Puig

Oscura presencia que a las nubes desafía

Cambio de dirección. María Miesenberger. Pilane 2018. Foto R.Puig

“Change of Direction”. María Miesenberger. Pilane 2018. Foto R.Puig

Ajenos a estas tensiones, los visitantes siguen tratando de alcanzar los diez mil pasos diarios que nos aconsejan los doctores

Sendereando por Pilane 2018. Foto R.Puig

Sendereando por Pilane 2018. Foto R.Puig

 

De un viaje a Irlanda (VIII). Cork (2): miscelánea con algo de Arte.

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Cork 28 de junio del 2023. Desde la barra del pub. Foto R. Puig

En Cork hay como en otras ciudades de Irlanda un lugar, el pub, que por las tardes reúne para una pinta de Guinness o un whisky Jameson, por poner dos ejemplos, a locales y foráneos, que además aprecien la música popular irlandesa. En el penúltimo de mis atardeceres en Cork, después de una merienda cena sin mayor historia, me senté en la barra del pub de la esquina cercana a tomar una cerveza (discreto tamaño de caña) atraído por el sonido del acordeón, unido al de la guitarra española de uno de los dos músicos que además era el vocalista de una balada irlandesa. La nutrida audiencia les acompañaba con sus palmas.

Junto a mí en sus respectivos taburetes con unas jarras de cerveza estaban un americano y su esposa que habían venido de periplo añorante por Irlanda desde su Pensilvania. Son muchos los estadounidenses de familias oriundas de Irlanda que están de viaje por tierras irlandesas en estos meses de verano. Algo teníamos pues en común, así que estuvimos aplaudiendo juntos a los dos maduros interpretes.

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Anteriormente

Ese mismo día me había dado una vuelta por el antiguo barrio de Shandon y había aprovechado para subir a la torre de la más antigua iglesia de Irlanda por lo que a continuidad de culto se refiere.

St. Anne’s church, Cork. Foto R. Puig

Ascendí los 132 escalones hasta el balcón que rodea lo alto de la torre del reloj de la St. Anne’s Church de Cork que tiene una altura de 36.6 metros desde donde se domina una completa vista de la ciudad. La iglesia se terminó de construir en 1770 sobre las ruinas de la antigua de 1629, destruida durante el sitio de Cork en 1690. La maquinaria de sus campanas pesa dos toneladas emplazada en una de las más amplias caja de campanas de Europa.

Se puede ver la panorámica que filmé de Cork (youtube) desde la torre en la nota (*)

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En la Galería Crawford

I

De las muchas cosas que puedo ilustrar, por hoy me voy a contentar con algo de mi visita a la Crawford Municipal Art Gallery, donde había varias exposiciones en curso. Por ejemplo la exposición Recasting Canova.

Torso de Belvedere. Colección de vaciados de Antonio Canova en escayola en la Crawford Gallery de Cork. Foto R. Puig

Los vaciados de Antonio Canova (1757 – 1822) fueron encargados por el Papa Pío VII como un regalo para el Príncipe Regente (más tarde el Rey Jorge IV) en agradecimiento por el papel de Gran Bretaña en el derrocamiento de Napoleón en la Batalla. de Waterloo (1815). Fabricados en Roma, estos moldes se enviaron posteriormente desde Deptford, Londres, en octubre de 1818 y, desde su llegada a Cork, han transformado las formas en que se aprecia, estudia y practica el arte en el sur de Irlanda.

(información que he traducido de la web de la Crawford Gallery)

Esta exposición me ha recordado los numerosos vaciados en escayola de estatuas griegas y latinas que hay en la Gipsoteca de la Universidad de La Sapienza en Roma, a la que me llevaban las clases de Anatomía Artística del profesor Marco Bussagli durante mi año de estudios en la Accademia di Belle Arti de Roma.

En los cursos de dibujo de la Facultad de Bellas Artes de Altea también nos ejercitábamos en retratar al carboncillo los vaciados en escayola de esculturas clásicas. Este fue mi dibujo del examen final de 1º de Dibujo en junio del 2009, que más tarde coloré a la tinta china.

El torso de Belvedere. Dibujo de R. Puig, 2009.

No esperaba encontrar de nuevo en Irlanda a este viejo conocido, que inspiró a Miguel Ángel (1475 – 1524) cuando fue descubierto a principios del siglo XVI. Hoy se halla en el museo Pio Clementino del Vaticano. A ese museo también íbamos para practicar el dibujo de anatomía artística de animales en medio de la riada de turistas de todo el mundo.

II

Pero hoy quisiera detenerme sobre todo en la muestra en curso, también en la Galería Crawford, de una artista norirlandesa que entre sus inspiraciones tiene, como ella ha manifestado, las pinturas negras y los desastres de la guerra de Goya. Le viene asimismo algo de El Bosco y Brueghel.

Para mí todo un descubrimiento. Se trata de Rita Duffy

Nacida en 1959, es una de las artistas más representativas de arte feminista irlandés, con predominio de la sátira expresionista en una pintura que quema como el vitriolo. No necesito añadir que su trabajo me fascina.

Rita Duffy, Epiphany (2021), de la trilogía sobre el estado del mundo 2021-2023. Foto R. Puig
Rita Duffy, Belfast to Byzantium (2022), de la trilogía sobre el estado del mundo 2021-2023. Foto R. Puig
Rita Duffy. Ornithoper (2023). de la trilogía sobre el estado del mundo 2021-2023. Foto R. Puig

También de esa su línea socio-política son algunos de sus esbozos en grafito sobre lino, preparatorios de la serie El emperador está desnudo; decididamente feroces. Los títulos los he inventado yo pues no se les daba ninguno en la muestra.

Este primero se inspira en la historia de Nerón que tocaba la lira mientras ardía Roma.

Rita Duffy, ‘Trump toca el violín mientras incendia América’, grafito sobre papel (2020) Foto R. Puig

En el siguiente, la cabeza del caballo tiene algo del Guernica de Picasso y recuerda la carga de la caballería ligera, en este caso hacia el Capitolio.

Rita Duffy, ‘Trump como cowboy’. (2020) Foto R. Puig

El que sigue es una deconstrucción de todos los cánones clásicos del trasero humano.

Rita Duffy, ‘Golf en Mar-a-Lago’, (2020) Foto R. Puig

Este que sigue alude a mi modo de ver a la valoración que tiene Trump de los ciudadanos americanos, como si fuesen quesos para rallar, consumir o desechar según sea el menú del momento.

Rita Duffy, ‘Trump rallador . (2020 Foto R. Puig

Los cuadros siguientes, también son de naturaleza política. El primero sitúa en un circo el Protocolo firmado por el Reino Unido con la Unión Europea en 2021 para afrontar el caos generado por el Brexit en Irlanda del Norte (**).

Rita Duffy. Protocol. (2021). Óleo sobre lienzo. Foto R. Puig

En este lienzo se escenifica la insufrible partición de Irlanda.

Rita Duffy. Partition. (2023). Oleo sobre lienzo. Foto R. Puig

La partición se representa alegoricamente como un acto de magia circense en el que la mujer, es decir Irlanda, se somete a la sierra de un invisible mago ante un público de impotentes espectadores, a su vez hechos pedazos.

Para acabar con las alegorías irlandesas, he aquí cuadro que ironiza sobre un aspecto de de la vida real de una familia, como la suya, que vive en Irlanda del Norte a poca distancia de la frontera con la Irlanda independiente, y que, para salir de vacaciones atravesando la frontera, ha de hacerlo a escondidas de sus vecinos, que consideran el irse a descansar en la República de Irlanda una especie de traición a la causa unionista (este comentario no es mío sino de la propia artista).

Rita Duffy. Exodus (2023). Óleo sobre lienzo. Foto R. Puig

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Sus pequeños óleos sobre el tema del «ama de casa» son también ‘políticos’, en este caso de política doméstica. Para muestra valen tres de ellos. Los títulos los dejo a la creatividad de mis lectores, de nuevo la artista no se los ha puesto.

Rita Duffy, De la serie Housewife. Foto R.Puig
Rita Duffy, De la serie Housewife. Foto R.Puig
Rita Duffy, De la serie Housewife. Foto R. Puig

Así hasta dieciséis pequeñas escenas de 25 x 30 centímetros.

Para terminar, traigo de mi visita a la Galería Crawford de Cork, un cuadro que creo recapitula esa serie de Rita Duffy dedicada al ama de casa. El siguiente óleo es también sobre lino pero de una dimensión de 70 x 90 centímetros.

Se dice que en estos cuadros la artista ha caricaturizado sus propias facciones. En cuanto a la figura de la derecha con botas de vieja domina se admiten interpretaciones, así como sobre el personaje masculino en bata azul sobre la escalerilla doméstica que le sirve de pedestal.

Rita Duffy. Domestic madonna (2021) Óleo sobre lino. Foto R. Puig

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Volveremos a Cork el próximo domingo. Mientras tanto en los mundiales de fútbol femenino ¡qué ganen las mejores! (***)


NOTAS

(*) La calidad del vídeo no es buena, pues sólo dispuse del teléfono para filmarlo y soplaba un fuerte viento. Para que el enlace funcione hay que pegarlo en la ventana de búsqueda de Google. «Panorámica de Cork desde lo alto de la iglesia de St. Anne» : https://youtu.be/Xjtqdw1pSM8

(**) Dicen que el reciente nuevo protocolo para Irlanda del Norte debería funcionar mejor, pero no me pregunten a mí, pues los pareceres en Irlanda son encontrados…

(***) Claro que siempre que sea dentro de un orden…


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